FOTOS: Las entrañas (y los lavabos) de la estación de autobuses de Lleida, un viaje a los años sesenta del siglo pasado
La Paeria la recibe mucho peor de lo que esperaba y no descarta exigir responsabilidades quien tenía "capacidad de actuar"
Una instalación eléctrica de los años sesenta del siglo pasado, con el alumbrado original o el sistema de humos completamente obstruido por capas y más capas de suciedad, son algunas de las precarias condiciones con las cuales la Paeria se ha encontrado la estación de autobuses de Lleida que la semana pasada recuperó de sus arrendatarios. ACN accedió a sus entrañas y ha podido comprobar en qué estado se encontraban servicios con que hasta hace pocos días todavía estaban en uso como los lavabos completamente atascados. El primer teniente de alcalde Toni Postius ha reconocido que la estación está mucho peor del que se esperaban y por eso no descartan exigir responsabilidades a quien en su momento "tenía capacidad de actuar y no lo hizo".
Cuando el Ayuntamiento de Lleida acordó recuperar la estación de autobuses encomendó un estudio para saber la situación en la que se encontraba, ya que era evidente que estaba en muy malas condiciones y así lo habían manifestado los usuarios en reiteradas ocasiones desde hace muchos años. La semana pasada, la Paeria recuperó el equipamiento del concesionario que se había hecho cargo de la gestión los últimos 50 años y una vez han podido entrar y analizar a fondo las instalaciones, las han encontrado mucho peor del que se esperaban.
Así de categórico se ha mostrado el primer teniente de alcalde Toni Postius, que ha apuntado que desde el punto de vista de la red eléctrica, "un elemento que es básico y fundamental", no se nos ha entregado ningún tipo de certificado conforme esta está al corriente de la legalidad y cumple todas las certificaciones técnicas. "Es un hecho muy grave", observación Postius, y más después de comprobar que algunos de los transformadores son los originales de cuando se abrió la estación y presentan elementos que se han deshecho por el calor de sobrecarga eléctrica.
Otro de los hechos graves que se han detectado ha sido al sistema de extracción de humos, que no funcionaba ya que hay capas y más capas de suciedad incrustada encima. La estación era muy oscura, sobre todo en la zona de los andenes, un hecho que causaba temor entre los usuarios. La instalación de la nave central encima de los cocheros todavía conservaba las bombillas originales de los años 50 - 60 del siglo pasado. Ahora, la Paeria está retirando estas lámparas que también acumulan capas de suciedad y se ha puesto en marcha el sistema básico que ya había para ganar más iluminación de una forma rápida.
Por otra parte, también se han encontrado con que el estado de mantenimiento de la vía pública, el alcantarillado y la limpieza en general era mucho "deficiente". Postius ha explicado que se ha empezado a hacer trabajos de mejora de arreglo y se están desatascando las alcantarillas. El fin de semana pasado se hizo una limpieza intensa con agua a presión en la zona de la calzada y en un futuro se quiere pintar el conjunto de la estación, mejorar la señalización y hacer más accesible la instalación. "Pondremos la estación al día", ya que durante los próximos dos años será el apeadero de los autobuses en la ciudad, a la espera de la entrada en funcionamiento de la nueva que se tiene que construir al lado de la estación de trenes.
Con respecto a la parte de abajo, las condiciones son "totalmente insalubres" y no se podrá abrir a los usuarios. La Paeria está estudiando qué actuaciones hacer para que tengan sentido cuando dentro de dos años se dé un uso municipal al equipamiento. Por eso, se tiene que mirar la parte estructural, donde había la antigua discoteca 'Bus' que quedó calcinada por un incendio. En esta zona está donde hay los lavabos, que están atascados. Mientras tanto, se pondrán unos portátiles a la parte superior.