“La estación era una auténtica mierda”

“En este pleno todos hemos estado de acuerdo en que la estación de autobuses, de la que he sido usuario muchos años, era una auténtica mierda”. Así de contundente se expresó ayer el alcalde, Miquel Pueyo, al final del pleno extraordinario en el que fue desestimado el recurso de reposición que la sociedad Edalsa presentó contra el acuerdo de pleno que aprobó finalizar la concesión de la gestión de la estación al expirar su vigencia de 50 años, así como la reversión de las tres fincas de este espacio al patrimonio municipal. Previamente, el primer teniente de alcalde, Toni Postius, dijo que la encontraron “llena de mierda” y la concejala socialista Begoña Iglesias, que “está hecha una mierda”.

Votaron a favor de rechazar el recurso el gobierno de ERC y Junts, el Comú, Cs y dos ediles no adscritos Sergio González y José Maria Córdoba, mientras que PSC y PP se abstuvieron. La edil Ángeles Ribes se ausentó de la sala durante la votación. La Paeria reclama así la reversión íntegra de las tres fincas que conforman el equipamiento (la estación, las oficinas y el antiguo restaurante) y la empresa, que solo retornó la de la estación, tiene ahora dos meses para presentar un recurso contencioso administrativo, lo que con toda probabilidad harán.

La segunda teniente de alcalde, Jordina Freixanet, remarcó que un informe jurídico municipal determina que la concesionaria debía devolver las tres fincas registrales y el alcalde subrayó que “hemos expresado con contundencia que queremos recuperar el patrimonio municipal, mejoraremos la actual y llevaremos adelante la construcción de a nueva estación de autobuses que Lleida necesita”.Desde el 24 de marzo, cuando terminó la concesión, el equipamiento solo es un apeadero, sin taquillas ni lavabos, y la oposición pidió al alcalde que reclame a la Generalitat que recupere el servicio de estación hasta que esté lista la nueva prevista, para 2024. Postius acusó a los socialistas de no haber obligado a la concesionaria a mantener la estación en condiciones durante los años que estuvo al frente de la Paeria y dijo que reclamarán a la empresa los gastos de adecuar el edificio “porque tendrían que haberlo entregado en condiciones”. Iglesias replicó que desde la época del alcalde Antoni Siurana “se hicieron una quincena de requerimientos” y culpó al actual gobierno municipal de dejar a Lleida sin estación “por su mala gestión”.

Además, recordó que CiU se abstuvo en una moción de PSC y ERC en 2009 para requerir mejoras a la estación.El portavoz del Comú, Sergi Talamonte, cree que se debería haber conseguido que la concesionaria retornara el equipamiento una vez efectuadas las mejoras de las deficiencias detectadas y destacó que al cerrar la estación sus trabajadores han quedado “desamparados”. En este sentido, Xavi Palau, del PP. consideró que “la Generalitat los ha dejado tirados” y defendió que con solo un apeadero no se tienen en cuenta los derechos de los usuarios.

“¿Dónde irán a hacer pipí?”, se preguntó, y añadió que el equipamiento es “tétrico”. Por su parte, Maria Burrel, de Cs, incidió en que el informe deja claro que la reversión debía ser íntegra y espera que la ciudadanía no acabe pagando a través de impuestos de adecuación del equipamiento.