SEGRE

ENTIDADES IGUALDAD

Las mujeres presidentas de asociaciones de vecinos ya casi son la mitad del total

Las dirigentes admiten que falta mucho camino por recorrer y destacan que aportan más capacidad negociadora y atención a problemas sociales

De arriba a abajo, las presidentas de Magraners, Butsènit, Cappont, Llívia, Camí de la Mariola, Grenyana, La Bordeta, Escorxador y Gardeny.

De arriba a abajo, las presidentas de Magraners, Butsènit, Cappont, Llívia, Camí de la Mariola, Grenyana, La Bordeta, Escorxador y Gardeny.JORDI ECHEVARRIA

Publicado por

Creado:

Actualizado:

La presencia de mujeres al frente de las asociaciones de vecinos era muy minoritaria hace poco más de una década, pero en los últimos años la situación ha cambiado sustancialmente. Y es que en la actualidad, 14 de las 34 asociaciones de la ciudad, el 42%, están presididas por mujeres. Una presencia que puede aumentar a corto plazo si las de de los barrios del Clot y la Mariola (en caso de que esta última no se disuelva) optan por que sea una mujer su máxima representante.

Dolors Comes y Mari Carmen Guerrero, las presidentas de Grenyana y La Bordeta, respectivamente, fueron dos de las pioneras al frente de una asociación y, tras más de dos décadas en el cargo, sienten orgullo al ver que el mundo vecinal gana presencia femenina. “En su momento nadie quería llevar la asociación y me presenté”, dice Comes. “Un tiempo después vieron que la asociación estaba mucho más activa que antes y la gente se volvió a involucrar, pero no fue nada fácil y es un orgullo ver que otras han seguido nuestro camino”, asegura Comes.

Por su parte, Guerrero, dice que “entré como vocal y más tarde consideraron que era la más apta para ser presidenta y aquí sigo”. Considera que “nuestra presencia al frente de las asociaciones ha servido para visibilizar problemas que antes no se tocaban, como el maltrato, y hemos llevado a cabo más actividades de ámbito social”. Después de Comes y Guerrero les siguieron otras como Veni Ros (Cappont), Marina Pifarré (Camí de la Mariola) o Marisa Arias (Escorxador), que reconocen que, a pesar de que se ha avanzado mucho en estos últimos años, todavía queda un largo camino para lograr la plena igualdad.

“Antes no estaba tan bien visto que una mujer estuviera al frente de una asociación, pero ahora es lo normal y considero que somos mejores negociadoras, tenemos más sensibilidad y nos hemos empoderado solitas”, indica Ros. Por su parte, Pifarré señala que “sabemos comunicar mejor las necesidades de los vecinos, pero todavía hay mucho cultura del patriarcado y seguimos luchando por la igualdad, pero cuesta mucho”. Mientras, Arias explica que se presentó al cargo de presidenta “por querer ayudar a mis vecinos y hay que recalcar que nuestra labor es voluntaria y poco a poco vamos rompiendo la brecha de género porque antes solo estábamos en el área de la mujer y ahora presidimos asociaciones”.Por otro lado, Mireia Valls (Butsénit), Pilar Sánchez (Magraners), Nora Ribau (Llívia) y Montse Muixí (Turó de Gardeny) son de las últimas que han asumido el cargo y han contribuido al reclamado relevo generacional que tanto piden las asociaciones.

“Somos más conciliadoras y resolutivas porque tenemos una visión más global”, considera Valls. Por su parte, Muixí asumió el cargo casi por sorpresa, ya que “creía que había personas mejor preparadas, pero la junta dijo que yo era la indicada y no me arrepiento, porque es necesario que las mujeres ganemos presencia”. Ribau también vivió un caso similar en Llívia, ya que “nadie quería dar un paso al frente y yo lo hice”.

“Estoy muy contenta de trabajar para mejorar la vida de mis vecinos, esto es vocacional”, manifiesta. Este elemento altruista también es suscrito por Sánchez, que señala que “la mayoría de nuestra junta la componen mujeres”. “Antes estar al frente de las asociaciones se concebía como un trabajo de hombres, pero se ha demostrado que podemos hacer de todo”, concluye.

“La Federación de Vecinos debe tener una presidenta”

Como no podía ser de otra manera, cada presidenta vecinal de la ciudad tiene su opinión, causas que defender y proyectos para sus barrios, pero todas coinciden en lo mismo respecto al futuro de la Federación de Asociaciones de Vecinos (FAV): que debe liderarla una mujer. Un hecho sobre el su actual presidente, Toni Baró, se manifiesta favor y dice que aceptaría “encantado”, pero las presidentas señalan que, además de ser mujer, debe “no tener vinculaciones políticas y ser lo más transparente y comunicativa posible con todas las asociaciones de vecinos y defender sus derechos”. Hasta ahora, ninguna mujer ha presidido la federación, a pesar del protagonismo femenino en la génesis del movimiento vecinal de la ciudad.

Quizás el ejemplo más emblemático es el de Lídia Ruiz, que lideró la lucha de los vecinos del barrio del Clot para evitar que se construyera un gran bloque de pisos en la actual plaza en los años setenta. Precisamente, esta asociación debe elegir en las próximas semanas al sucesor de su actual presidente, Manel Rodríguez.

tracking