Los taxistas de Lleida hacen una marcha lenta de rechazo por el brutal asesinato de un compañero
Una setentena de vehículos ha hecho el recorrido del último servicio de su compañero || El gremio del taxi pide poder instalar mamparas de protección y cámaras en los vehículos para mejorar la seguridad
El sector del taxi ha protagonizado este lunes al mediodía una marcha lenta por las calles de la ciudad de Lleida con una setentena de vehículos en rechazo por el asesinato este domingo de un taxista en el barrio de la Bordeta. Los taxistas han hecho el recorrido del fatídico último servicio de su compañero, desde la avenida Blondel, donde recogió al último cliente, hasta la calle del Sifó, en el barrio de la Bordeta, donde se produjo el brutal crimen y donde hoy sus compañeros han dejado ramos de flores. Los taxistas han aprovechado para trasladar el pésame a la familia de la víctima, que deja una mujer y dos hijos pequeños, uno de cinco años y el otro de pocos meses. Precisamente, hacía poco que había vuelto de la baja de paternidad, ha explicado un compañero suyo, y se estaba planteando cambiar de trabajo para poder conciliar la vida familiar con la laboral, después de dos años trabajando de taxista por las noches.
"Ha sido una pérdida muy traumática y esperamos que se encuentre al culpable y tenga el castigo que se merece", ha dicho otro de los compañeros, que ha añadido que es un día "muy doloroso" y ha pedido a las autoridades que tomen medidas para evitar que se vuelva a repetir un episodio como este. Los compañeros no entienden qué puede haber pasado, ya que no parece un robo, dicen. "Más bien parece alguna cosa personal o una acción racista", apunta uno de ellos.
La víctima era de nacionalidad marroquí y estaba "muy integrada en nuestra sociedad, nuestra lengua y nuestra cultura," ha leído uno de los compañeros. "Además era una persona muy bondadosa y afectuosa y hoy todos somos compañeros suyos", ha añadido.
Piden ayuda a las administraciones para mejorar la seguridad
Responsables del sector del taxi piden ayuda a la administración y que permitan poner cámaras en los vehículos. El vicepresidente de Loteutaxi, Joan Espuñes, dice que "si hay cámaras en los supermercados y en todas partes por que no en el taxi". "No lo evitaría todo pero sería una medida más disuasoria", opina. Espuñes añade que sienten "mucho dolor, mucha tristeza y mucha impotencia porque le han quitado la vida a una persona que trabajaba de manera honrada".
También reclama más seguridad el presidente del Sindicato del Taxi de Catalunya (STAC), Luís Berbel. "Queremos ayudas para homologar las mamparas protectoras y las cámaras". Xavi de Juan, presidente de Tele Radio Taxi Lleida, por su parte, lamenta que la inseguridad siempre nos ha perseguido y opina que hay que poner medidas más eficientes para evitar que eso vuelva a suceder, porque "es muy grave". "Cada vez hay más agresiones pero esta de Lleida ha llegado al límite", lamenta.
Mohamed Ezzeraiga, de 43 años, fue atacado cuando estaba de servicio y recibió una decena de cuchilladas en el cuello, corazón y espalda que lo dejaron gravemente herido. Fue trasladado en estado crítico al Arnau de Vilanova, donde murió tres horas después. Los Mossos d'Esquadra han abierto una investigación para identificar y detener al autor o autores.
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La marcha lenta de taxistas, a su paso por la avenida Miquel Batllori de Lleida