JUSTICIA VIVIENDA
Una leridana tarda 3 años en recuperar su piso tras dejar de pagar la inquilina
La dueña de un piso en Costa Magdalena lo alquiló a una mujer que en 2019 dejó de pagar || Desiste de cobrar 14.800 euros después de un año y medio de trámites para materializar el desahucio
La propietaria de un bloque de pisos en la calle Costa Magdalena número 62 ha tardado tres años en recuperar una de las viviendas que alquiló a una mujer, después de que esta dejara de pagar los 400 euros mensuales. Tras varios intentos de encontrar una solución, en septiembre de 2020 decidió instar el desahucio por vía judicial, pero no se ejecutó hasta el pasado lunes. La inquilina le debe 14.800 euros en mensualidades del alquiler, pero “el suplicio” de esta situación ha hecho que la dueña desistiera y no pidiera cobrar la deuda.
“Hace seis años que se lo alquilé y todo iba bien hasta que dos años después empezó a dejar de pagar. Algunos meses lo hacía y otros no”, explica la dueña. Añade que “le ofrecí descontarle 50 euros con la condición de que una vez a la semana limpiara la escalera del bloque. Al principio lo hizo, pero más tarde ya no”. Detalla que la inquilina dejó de abonarle de forma definitiva la mensualidad en 2019. “Le dije que le perdonaba lo que me debía y que a cambio se fuera del piso, pero no quería”.
A todo esto, se sumó de que un día la propietaria se enteró de que alquilaba una habitación del piso, “cosa que no podía hacer por contrato”. “Una vez empecé a escuchar golpes en la puerta y resulta que al hombre que tenía como subarrendado no le dejaba entrar”. Esto ocurrió en un par de ocasiones y, en la segunda, “le ofrecí mi taller para que durmiera allí, ya que estaba dispuesto a hacerlo en el rellano y yo no lo pensaba permitir”.
Aun así, pasó la noche en casa de un amigo. “La Guardia Urbana vino algunas veces por los problemas entre la inquilina y el hombre y los agentes le dijeron que se fuera de allí porque siempre tendría problemas”, explica la propietaria, y este así lo hizo. “Independientemente de esta situación, yo le insistía en que me pagara o encontráramos una solución y resulta que ella me denunciaba por acoso”, indica.
Finalmente, decidió acudir a los tribunales en septiembre de 2020 para desahuciarla. “Entre la pandemia y que ella iba recurriendo todas las resoluciones, no se ejecutó hasta el pasado lunes”, destaca. La dueña explica que en el juicio, la jueza ya no veía ninguna razón para que la mujer siguiera en el piso.
“Me debe 14.800 euros de alquiler pero no los pedí, porque quería acabar con todo esto”. A pesar de todo, el piso está en buenas condiciones, pero con el retrete roto. Por su parte, la inquilina afirmó el lunes en el desalojo que ella estaba dispuesta a pagar, pero que “la propietaria no quería cobrar, ya que no me renovó el contrato” y denunció que la Paeria no le ayudaba. Al respecto, la dueña dijo que no se lo renovó porque dejó de pagar.
Lleida registró en 2021 la menor cifra de desalojos en siete años
El año pasado se llevaron a cabo 383 ejecuciones hipotecarias -el paso previo para proceder a un desahucio- de fincas en la provincia, una cifra que supone un 35% menos que el ejercicio anterior. Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) muestran que en el 2021 hubo 383 ejecuciones hipotecarias de fincas en Lleida, siendo la cifra más baja desde 2014, cuando se empezaron a recopilar estos datos, mientras que en 2020 hubo 595. Del total de 383 ejecuciones hipotecarias, la gran mayoría (236) son de viviendas, un 19% menos que en 2020 y un 70% menos que en el 2019. Le siguen las fincas urbanas, con 131, (un 55% y un 85% menos, respectivamente); las fincas rústicas, con 10; y los solares, con 6. La tendencia de Lleida es contrapuesta a la del conjunto de Catalunya, donde en 2021 las ejecuciones hipotecarias aumentaron respecto al 2020. Según el informe del INE, hubo 3.703, un 4,5% más, siendo la tercera comunidad con la cifra más alta.