CORONAVIRUS FIN DE LAS RESTRICCIONES
Los alumnos se 'liberan' de la mascarilla pero una minoría prefiere mantenerla
La mayoría de alumnos de Primaria y ESO mostraron ayer su alegría por poder 'liberarse' de la mascarilla en clase, después de tener que usarla obligatoriamente desde septiembre de 2020. Ayer volvieron a lucir sonrisas, aunque una minoría prefirieron continuar llevándola por el momento. Los docentes también tendrán que esperar hasta hoy.
La mascarilla en las aulas de Primaria y ESO dejó ayer de ser obligatoria para los alumnos. Desde septiembre de 2020 no se veían las caras en clase (en el patio pudieron sacársela ya el pasado mes de febrero) y la mayoría tenían ya muchas ganas de volver a la normalidad. No obstante, algunos se mostraron reticentes a volver a mostrar su rostro y prefieren mantenerla por el momento, ya sea por inseguridad o por precaución. Esta situación se da sobre todo en alumnos de los primeros cursos de la ESO y de sexto de Primaria y ya ha sido bautizada por los expertos como el síndrome de la cara vacía.
Por ejemplo, en el instituto Manuel de Monsuar sobre el 10% siguieron usándola ayer y en el Josep Lladonosa, algo menos del 50%, según cifraron sus directores. “Necesitan unos días para aclimatarse”, apuntó el director de este último centro, Santi Pubill. Catalunya avanzó un día en los centros educativos la eliminación de la obligatoriedad de usar cubrebocas en los espacios interiores (ver página 4) y ayer mismo publicó la resolución en el Diari Oficial de la Generalitat.
Los alumnos de Bachillerato y FP y los docentes no están incluidos en esta medida hasta hoy, decisión que criticaron los sindicatos. Algunos profesores también optarán por no quitársela por ahora, aunque apuntan que lo harán en los próximos días. “Yo el primer día me dejaré puesta la mascarilla”, indicó Rosa Ribes, maestra del colegio Camps Elisis de Lleida, y destacó que también seguirán con la ventilación y el lavado de manos.
El director de este centro, Jordi Porta, cree que el proceso para que todos acaben por quitársela se prolongará una o dos semanas y ve “imprescindible” su retirada a nivel pedagógico. De hecho, el profesorado coincidió en subrayar la importancia de la retirada de los cubrebocas por este motivo y para la relación entre alumnos y con los docentes. Babi Romeu, directora y profesora del colegio Pau Claris de La Seu d’Urgell, remarcó que representa una mejora en la comunicación, que durante los últimos dos años “ha sido horrible”, informa C.Sans.
Consideró que evitará que los alumnos tengan que repetir las cosas “porque los profesores no les entendemos” y ayudará a la comunidad educativa a detectar los estados de ánimo. “Ahora resultaba muy difícil ver si un alumno estaba triste o alegre”, concluyó. En la escuela Maria Mercè Marçal de Tàrrega, los maestros consultados destacaron también que ya era hora de retirar las mascarillas en las aulas después de tanto tiempo, informa Laia Pedrós.
Por su parte, la AFFaC (Asociaciones Federadas de Familia de Alumnos de Catalunya) aplaudió la medida, aunque cree que llega tarde. Su presidenta, Belén Tascón, también opinó que su uso continuado durante casi dos cursos ha podido afectar al aprendizaje de la lectoescritura y tener un fuerte impacto en la salud emocional, la socialización y la comunicación.