CULTURA SALUBRIDAD
Altruismo por el patrimonio
Iniciativa privada para limpiar la basura acumulada junto a los restos de muralla romana del Turó de la Seu || Desperdicios de todo tipo y jeringuillas usadas
La zona del Turó de la Seu Vella que alberga los restos de muralla romana pasaron ayer de ser un auténtico vertedero a estar relucientes. Ramon Pujades, de la asociación Amics de la Seu Vella, promovió su limpieza, harto de ver su degradación y después de haber observado cómo un grupo de turistas salían del lugar tapándose la nariz, por el fuerte hedor a orina que desprende. En un par de horas de intenso trabajo, un operario recogió una montaña de desperdicios de todo tipo, de los que separó los que se pueden reciclar, como ropa, cartones, envases y botellas, y también encontró una docena de jeringuillas usadas.
El resto los apiló en la parte baja del espacio, junto al camino que rodea el Turó antes de entrar por la Porta del Lleó, para que fueran recogidos por la concesionaria de limpieza. Pujades afirma que esta zona, donde se conservan también restos de muralla árabe, medieval y moderna, “llevaba tres años” acumulando basura y ve “negligencia y desidia” de la Pearia y del consorcio del Turó de la Seu Vella por no retirarla. Explica que en este espacio ‘trabajan’ prostitutas, toxicómanos se inyectan droga y también sirve de refugio a personas para pasar la noche, que han llegado a hacerse una especie de cabaña.
De hecho, ayer incluso había excrementos humanos en la parte de tierra. El promotor de la limpieza asegura que llevaba tiempo reclamando sin éxito a la Paeria, la concesionaria de la limpieza Ilnet y a la Generalitat que adecenten este espacio. Ayer etiquetó varias bolsas de los residuos recogidos con los nombres de alcaldía, las concejalías de Cultura, Turismo y el departamento de Cultura de la Generalitat para enviarles las fotografías a modo de “obsequio”.
Lamenta que unos vestigios arqueológicos remarcables situados junto a un monumento que aspira a ser Patrimonio Mundial de la Unesco hayan llegado a acumular tantos desperdicios. “Por fin la muralla romana ha recuperado la dignidad”, subraya.