El nuevo bono de alquiler para jóvenes, limitado a 9.666 beneficiarios en Catalunya

El ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ya ha notificado a las comunidades autónomas que les transferirá 400 millones de euros para que puedan otorgar las ayudas del bono alquiler joven, distribuidos en 200 para este año, con efectos retroactivos desde enero, y otros 200 para 2023. En el caso de Catalunya, el importe será de 29 millones para cada uno de los dos ejercicios. Estas ayudas, que fueron aprobadas por el Consejo de Ministros el pasado enero, están dirigidas las personas de entre 18 y 35 años con contrato de trabajo y que no ingresen más de 24.318 euros anuales (importe equivalente a tres veces el Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples).

Las ayudas están cuantificadas en 250 euros fijos al mes para cada joven durante un plazo de dos años y según fuentes de oficinas de vivienda de la provincia, serán otorgadas a los primeros 9.666 que las soliciten, si es que cumplen los requisitos. El hecho de ser concedidas por orden de solicitud hace prever un colapso de la red y de las oficinas. Además, las recibirán los más rápidos o más hábiles en pedirlas, lo que no significa que necesariamente sean los que más las necesitan.

Las casuísticas son múltiples. Por ejemplo, si en un piso residen tres jóvenes de edades susceptibles de pedir los 250 euros mensuales, todos los solicitan y se les concenden, puede resultarles muy rentable. En cambio, si convive una pareja en una vivienda con el mismo importe de alquiler y uno de ellos supera los 35 años ya no podrá solicitar la ayuda.La Agència de l’Habitatge de Catalunya debe convocar las ayudas en breve, previsiblemente el próximo mes de mayo, igual que el resto de gobierno autonómicos, y entonces concretará los detalles.

El ministerio remarca que estas ayudas tienen el objeto de facilitar la emancipación de los jóvenes o, en todo caso, el acceso a disfrutar de una vivienda o habitación en régimen de alquiler o cesión de uso. Además del requisito de los ingresos máximos, para ser beneficiario del bono la vivienda debe ser su residencia habitual y hay limitaciones también en el precio del alquiler, que no podrá superar los 600 euros, aunque en las localidades más caras podrá ser de hasta 900, si así lo acaba determinando cada autonomía. En el caso de los arrendamientos de habitaciones, el precio máximo será de 300, y podrá llegar a 450 en municipios con precios disparados.