Treinta niños están a la espera de una familia de acogida en Lleida

Una treintena de niños y niñas están a la espera de poder optar a una familia de acogida en las comarcas leridanas y evitar así vivir en un centro debido a que sus padres biológicos u otros familiares directos no pueden hacerse cargo de ellos. Con el objetivo de sensibilizar a la sociedad y lograr que se sumen más familias de acogida en las comarcas leridanas, la entidad Intress, que es la encarga de este tipo de protección encargo de la Generalitat, ha iniciado una campaña en las redes sociales , bajo el lema “Casa teva pot ser la llar d’un infant”, en la que participan personajes relevantes de Ponent. En tres vídeos (el último se prevé estrenar esta semana) aparecen el futbolista Bojan Krkic, la alpinista Araceli Segarra, el piragüista Saúl Craviotto, la periodista Mari Pau Hugt, los músicos Pau Pinós (Lo Pau de Ponts) y David Esterri (Lo Pardal Roquer), así como la actriz Lara Díez y el Postureig de Lleida.

La portavoz de la entidad Intress, Marta Sanjuán, explicó ayer que con la pandemia aumentaron los niños y niñas que necesitaban un servicio de acogida temporal y que han puesto en marcha esta campaña, que se les ocurrió al ver una parecida en la Comunidad de Madrid, porque estos menores, que ahora están en centros, necesitan la atención personalizada que les puede dar una familia de acogida. Actualmente, en las comarcas leridanas hay unos 60 menores que están acogidos en familias ajenas, de los que más de una veintena son de acogida permanente, al no ser posible el retorno con los padres biológicos, y otra veintena de fines de semana. “Tenemos la firme convicción de que la mejor medida de protección cuando no pueden vivir con sus padres es que lo hagan con una familia de acogida.

Aunque en el centro tienen todas las atenciones necesarias, no se puede comprar la atención individualizada, comprometida y estable que puede dar una familia de acogida”, explicó Sanjuán. Cuando se recibe una solicitud para acoger a un menor, Intress inicia un proceso con cuatro entrevistas y una visita a la vivienda que puede durar seis meses, en los que evalúan a los candidatos. Si son aptos, se estudian las características de la familia de acogida para saber qué menor puede “encajar” mejor.

“La prioridad es atender las necesidades del menor y que la familia de acogida cuente con las capacidades para ofrecerle estabilidad”, destacó. Asimismo, recordó que se trata de una medida temporal (excepto en los casos con una acogida permanente) y que siempre se garantiza el contacto con la familia biológica. “Hay niños que llevan años esperando una familia”, alertaron desde Intress.