Fin de fiesta multitudinario

Las Festes de Maig bajaron ayer el telón disfrutando del calor del público y también del meteorológico. Bajo un sol de justicia que dejó una máxima de casi 30 grados, miles de leridanos se congregaron por la mañana en el Eix Comercial para participar en la procesión y la ofrenda floral al patrón de la ciudad, Sant Anastasi. Los gegants, los cavallets, los capgrossos, los Moros i Cristians, la Moixiganga, el Àliga de la ciudad y el Ball de Bastons escoltaron la imagen del santo desde la Catedral hasta la plaza Sant Joan, donde todos los elementos de la cultura popular volvieron a bailar delante del patrón. Poco después llegó el turno de la ofrenda y cientos de leridanos (muchos de ellos niños ataviados con el traje típico) entregaron sus ramos de flores al patrón de la ciudad.

Si por la mañana la actividad más multitudinaria fue la procesión, por la tarde lo fue la tan esperada Batalla de les Flors que, después de dos largos años, volvió a llenar la rambla Ferran de carrozas y familias con niños con muchas ganas de participar en la guerra de confeti. Tras una primera vuelta de lucimiento con menos de una decena de carrozas encabezadas por los gegants, los capgrossos y el Marraco, la rambla se convirtió en el escenario de una batalla pacífica que, como arma, contó con toneladas de confeti. El concejal de Juventud, Fiestas y Tradiciones, Ignasi Amor, destacó la gran afluencia de público en unas Festes de Maig que recuperaron la normalidad después de dos años de limitaciones.

“Ha sido seis días de celebración sin incidentes remarcables y con una gran implicación del tejido social”, valoró Amor. La celebración se despidió también con más propuestas del Parc dels Somriures en los Camps Elisis, un concierto en la nave central de la Seu Vella, habaneras en la plaza Sant Joan y el gran castillo de fuegos artificiales a cargo de Pirotècnia Estalella.