MEDIOAMBIENTE ZONAS VERDES
Mala hierba nunca muere
La proliferación de malas hierbas y arbustos por toda la ciudad en las últimas semanas ha dejado un escenario de aparente dejadez de la jardinería urbana. En un tramo de la calle Ferran el Catòlic, en Joc de la Bola, a duras penas se puede ir por la acera, ya que los arbustos, de un metro de altura o más, tapan buena parte del paso. Lo mismo ocurre en el Passeig Onze de Setembre, mientras que en algunas calles y plazas de Pardinyes los arbustos y malas hierbas dominan buena parte de la vegetación de la zona.
Por otro lado, en otras zonas las plantas brillan por su ausencia, como en la calle Henry Dunant o en los propios Camps Elisis, donde hay tramos sin plantas ni flores, lo que ha provocado que en algunas zonas se haya formado caminos de tierra de paso. En definitiva, una sensación de dejadez general que ha aumentado en las últimas semanas. En este sentido, desde el ayuntamiento precisaron que “la vegetación espontánea ha crecido de forma considerable en las últimas semanas debido a las heladas de principios de abril, las posteriores lluvias y la subida generalizada de las temperaturas de los últimos días”.
Por ello, el consistorio aseguró que en las últimas semanas se ha iniciado una campaña “para poner a punto la jardinería haciendo especial incidencia en en la reposición de plantas, especialmente de flora y arbustiva, así como el control de plagas y enfermedades”, cuyo riesgo de propagación puede aumentar debido al clima variado de las últimas semanas. En este sentido, la gran mayoría de las asociaciones de vecinos de la ciudad han pedido al equipo de gobierno aumentar los esfuerzos para mantener correctamente las zonas verdes de la ciudad, destacando también la “sensación de dejadez” de las últimas semanas. Otro aspecto clave en el mantenimiento de la flora de la ciudad es la poda de árboles, y en este sentido la Paeria dijo que desde hace unos años están aplicando criterios de poda basados en “la conservación del arbolado urbano”.
En líneas generales, estos nuevos criterios establecen que, “de forma general, la poda del arbolado no es necesaria” y que solo se debe hacer “en los árboles con gran crecimiento que pueden afectar a fachadas, señales de tráfico o mobiliario urbano”, aunque también se aplican excepciones cuando llega la floración. “Entonces se hace para evitar la formación de frutos que puedan provocar incidencias en las aceras”.