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Así serán los nuevos parquímetros de Lleida: tarifas según contamine el vehículo e introducción de matrícula
A través de la introducción obligatoria de la matrícula|| Se alimentarán con placas solares integradas y permitirán la recarga de las tarjetas del bus urbano
Los nuevos parquímetros de la capital se alimentarán con placas fotovoltaicas integradas, requerirán la introducción obligatoria de la matrícula del vehículo para poder aplicar tarifas según la etiqueta ambiental de la DGT de la que disponga y permitirán recargar las tarjetas para viajar en los autobuses urbanos. Estas son algunas de las características de la nuevas máquinas incluidas en el pliego de condiciones del concurso para renovar las actuales, con financiación de los fondos Next Generation, que hoy se debatirá en la comisión de Economía. Están previstas 184 unidades que se instalarán en el interior de la zona de Bajas Emisiones y el área de aparcamiento restringido, aunque si la oferta del licitador permite comprar más se podrán sustituir también los parquímetros de fuera de este ámbito (Pardinyes y parte de plaza Europa).
Serán accesibles para personas con movilidad reducida, antivandálicas, ignífugas y con un acabado exterior que las proteja de la luz ultravioleta del sol. Permitirán el pago con monedas, tarjetas con banda magnética, chip o sin contacto, vales de descuento y móvil. Asimismo, estarán conectadas con un programa de control con acceso vía web y dispositivos móviles para su monitorización, configuración, explicación y vigilancia. El software proporcionará en tiempo real (y un histórico) del estado de todas las máquinas, averías y recaudación, y podrá gestionar listados de residentes y distintivos ambientales.
El presupuesto total para 2022 y 2023 es de 1.115.426,40 euros. Incluye el suministro de los parquímetros y su montaje, la elaboración del software de control y la retirada de la parte proporcional de las 229 máquinas actuales que estén afectadas. Además, el ayuntamiento se encuentra inmerso en el proceso de municipalización de la zona azul y el servicio de grúa, que pasará a gestionar la Empresa Municipal de Urbanismo y para el que ya ha nombrado a un gerente.