El Aplec del Caragol vive una jornada multitudinaria marcada por las altas temperaturas

Lleida vive este sábado la jornada central del 41.º Aplec del Caragol con gran afluencia de público y el calor como gran protagonista. Y es que además de hidratarse con bebidas refrescantes y utilizar sombreros de paja para pasar el calor, este año los aplequistes también han incorporado piscinas inflables a varios grupos y los asistentes más jóvenes se han refrescado más que nunca con pistolas de agua. Algunas de las actividades centrales de la jornada del sábado han sido la ofrenda floral en la estatua de Manolo Calpe, impulsor de la fiesta, y la comida de hermandad. Al el Aplec del Caragol participan 106 grupos, que reúnen a unas 13.500 personas. La Federación de Grupos (Fecoll) calcula que entre los tres días se consumirán unas 12,5 toneladas de caracoles.

Después de dos años de ausencia por la pandemia, los aplequistes destacan las "ganas" de volver a celebrar la fiesta. "Cuando la llevas dentro y la vives, después de dos años teníamos muchas ganas", explica David del grupo Frontón. Por su parte, Jaume, del grupo Reencuentro, considera que la edición de retorno se está viviendo "un poco fuera de órbita" y que la espera se ha hecho "muy larga".

Aparte de los caracoles y las ganas de fiesta, el gran protagonista de la jornada es el calor. Aparte de protegerse del sol e hiratar-se, algunos grupos también han optado por instalar piscinas inflables en sus parcelas. Es el caso de la Mireia del grupo Llepé, que ha explicado que es el segundo año que potente la piscina y que va muy bien para refrescarse a los ratos de más calor. De otro lado, otros grupos como la de lo Ayuda y Charo han optado para instalar por primera vez ventiladores en el espacio.

Un centenar de actividades

La inauguración oficial del Aplec del Carago se celebró el viernes por la tarde con 'Lo Caragolasso', un espectáculo musicoteatral conducido por el Sr. Postu con la asistencia de Mari Pau Huguet.

La fiesta ha continuado con la tradicional ofrenda floral en recuerdo de los colistas difuntos, una charanga para que los asistentes volvieran a los grupos y la comida de hermandad en las parcelas de cada grupo.

Hasta el domingo, hay previstas un centenar de actividades, la mayoría organizadas por los propios grupos y otros por la Fecoll. Hay propuestas variadas para todas las edades, tanto gastronómicas como lúdicas, culturales y solidarias. Algunas de las actividades de este sábado son un taller de magia infantil, los concursos de alioli hecho a mano y el de descorche rápido de cava o una exhibición de los Castellers de Lleida y de los Malfargats de Pallars, entre otros.

13.500 colistas y 12,5 toneladas de caracoles

En esta 41.ª edición participan un total de 106 grupos, que reúnen unos 13.500 colistas. Las limitaciones de espacio del recinto de los Campos Elíseos impiden que puedan ser más los grupos participantes ya que nueve están en lista de espera para poder estar presentes en próximas ediciones de la fiesta. La Federación de Grupos del Aplec del Caragolde Lleida (Fecoll) estima que pasarán por el recinto entre el viernes y domingo unas 200.000 personas. El momento con más afluencia será este sábado, donde se espera que se puedan concentra entre 50.000 y 60.000 personas.

Durante los tres días, está previsto que se cocinen unas 12,5 toneladas de caracoles. Los visitantes también tienen la oportunidad de probarlos. Lo pueden hacer en el restaurante del recinto, ya sea mediante catas, al precio de 10 euros, o con menús a 25 euros y a 11 los infantiles, que también incluyen el elemento gastronómico por excelencia de la fiesta. Siguiendo en la línea de celebrar el el Aplec del Caragol en casa que tuvo una muy buena acogida durante los dos años de pandemia, la Fecoll pone este año a disposición de los visitantes unos lotes al precio de 20 euros con una lata de hierro, una bolsa de caracoles vivos, aceite de oliva del Soleràs, caracoles hervidos, chanfaina y un recetario para que puedan cocinarlos en casa.