Clamor para que todos los usuarios de patinetes reciban educación vial

Los patinetes eléctricos o vehículos de movilidad personal (VMP) cada vez abundan más en las calles de Lleida, donde conviven con los demás vehículos y peatones. Tanto la Federación de Vecinos (FAV), como las autoescuelas, el RACC y el propio colectivo ven necesario un mínimo de formación sobre circulación para sus usuarios para evitar riesgos.

La irrupción de los patinetes eléctricos o Vehículos de Movilidad Personal (VMP) en los últimos años ha provocado un cambio en la circulación de la ciudades. Los conductores de vehículos convencionales y los peatones han tenido que adaptarse a convivir con estos nuevos vehículos que pueblan cada vez más las calles y las administraciones se han visto obligadas a adaptar las normativas para regular por dónde pueden circular y qué elementos de seguridad deben llevar sus usuarios, entre otras cuestiones.

Y ahora tanto el propio colectivo, como las autoescuelas, la Federación de Asociaciones de Vecinos de Lleida y el Real Automóvil Club de Catalunya (RACC) ven necesario que los usuarios de patinetes reciban un mínimo de formación para poder circular. En este sentido, Pedro Lara, del colectivo VMP, considera que “es importante para las personas que se están sacando el carnet de coche que vean que somos un vehículo más y también formar al usuario del VMP”. “A una persona de 16 años le das un patinete y no sabe cómo circular. Se tendrían que hacer cursos de formación o haber una licencia como para los ciclomotores, un mínimo de formación obligatoria”, subraya, y cree que “los puntos de venta tendrían que informar de que hay una ordenanza y unas normativas”. No obstante, defiende que antes ir en patinete eléctrico “era una moda y los usuarios eran muy jóvenes, pero ahora la media de edad es más alta y los usan personas que van a trabajar, para el 80% es su medio de transporte”.

Raül Viladrich, presidente de las autoescuelas de Lleida, también cree que los conductores de patinetes “deberían tener un mínimo de conocimientos sobre circulación viaria porque conviven con otros vehículos”. De hecho, asegura que “presentamos a la comisión catalana de seguridad viaria la propuesta de hacer cursos para personas que han de llevar patinetes eléctricos. Serían teóricos y prácticos, muy ágiles e intuitivos, veremos cómo lo hacemos porque no se necesita carnet. Sería un beneficio para todos”, argumenta.

Por su parte, Rosa Castillo, secretaria de la comisión de Urbanismo de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Lleida (FAV), ve necesaria más pedagogía sobre la normativa relacionada con la circulación en patinete, “que debería ir acompañada de formación para los usuarios, porque puede que no tengan carnet de conducir o no sepan ni siquiera nociones básicas”.

“Habría que mirar cómo se podría hacer para que todos los usuarios tengan una formación básica”, remarca, y lamenta que muchos circulan por las aceras, cuando está prohibido. Al respecto, una encuesta elaborada por el RACC constata que más del 50% de los usuarios de los patinetes eléctricos desconocen elementos básicos de la normativa que regula su circulación. Este sondeo se hizo en Barcelona, pero es extrapolable a las otras ciudades, según explica la jefa de estudios de movilidad de esta entidad, Alba Rey. “No tiene claro por donde deben circular, el uso del casco o de medidas importantes para la seguridad viaria”, indica.

Rey señala que, además de la Dirección General de Tráfico (DGT), los ayuntamientos también están generando nuevas normativas para regularlos, pero precisa que “lo ideal sería que fueran similares en todos los municipios por coherencia”. Para resolver la falta de conocimiento de la normativa, considera que sería bueno que, además de campañas informativas, hubiera formación para los usuarios, y que sería aconsejable que esta fuera “gratuita, pero obligatoria”. Apunta que DGT “tiene en mente” esta necesidad de formación, aunque desconoce cuál puede ser la decisión que tome al respecto. Además, subraya que también es necesario que los usuarios de VMP deban tener un seguro obligatorio de responsabilidad civil.

Los usuarios de VMP plantean también formación para que los coches les respeten

Una encuesta del RACC constata que un 50% desconoce aspectos de la normativa de circulación

La Urbana ha impuesto desde enero 7 denuncias a conductores de VMP por alcoholemia positiva

El uso de la bici y el patinete prolifera entre los alumnos y los centros adecuan aparcamientos

Los centros educativos están implicados en la movilidad sostenible y para ello promueven que sus alumnos vayan a clase andando, en bicicleta o patinete y han adaptado sus instalaciones para que puedan aparcar sus vehículos.

Es el caso, por ejemplo, de los institutos Joan Oró y Gili i Gaya, que también impulsaron que el carril bici llegara hasta el Camp Escolar proponiendo esta actuación en el marco de los presupuestos participativos de la Paeria. Carles Sallan, del Joan Oró, explica que ampliaron el parking de bicicletas exterior y también están acondicionando el que tienen en el interior porque se les ha quedado pequeño. “Hemos puesto quince barras para aparcar bicis y sirve también para patinetes”, señala, y aconseja a los estudiantes que aten los vehículos para evitar robos, aunque disponen de cámaras.

Pere Pifarré, del Gili i Gaya, recuerda que en un proyecto sobre cómo les gustaría que fuera el centro los propios alumnos propusieron mejoras de movilidad “y algunas se han podido implantar”, como la instalación de más portabicis para poder aparcar hasta setenta (en un principio solo cabían veinte). Añade que para los patinetes han habilitado “un sótano como parking, con un enchufe para recargarlos” y apunta que una asociación les cedió 15 bicicletas para que puedan usarlas alumnos y docentes durante todo el año “en préstamo sin coste económico, pero firmando un documento de responsabilidad”. Han instalado cámaras de videovigilancia y prevén usar excedente de la electricidad que generan las placas solares para recargar patinetes. Otra iniciativa para impulsar la movilidad sostenible es los Bici Bus de la Escola Espiga, que se puso en marcha en 2020 y consiste en que alumnos y padres vayan en bicicleta y en grupo desde el centro de la ciudad hasta la escuela.

El instituto Manuel de Monstuar también comenzó a organizar su propio Bici Bus en 2021. La Paeria prevé carriles bici para enlazar la ciudad con estos dos centros, que están en las afueras, con fondos Next Generation. La proliferación de patinetes se está traduciendo en un incremento de los accidentes con estos vehículos implicados.

Desde principios de año ya se han registrado en Lleida capital 43, de los cuales 32 con heridos, 3 de ellos graves, según datos de la Guardia Urbana. Asimismo, en el mismo periodo ha impuesto siete denuncias administrativas a conductores de VMP por dar positivo en pruebas de alcoholemia, dos por negarse a someterse a ellas y tres por positivo en droga. Las cifras de accidentes son seis veces superiores a los relacionadas con bicicletas, ya este ejercicio ha habido 7, con seis heridos, y los agentes han impuesto una multa por positivo en alcoholemia.

En este sentido, Josep Ramon Ibarz, intendente de la Urbana, destaca que los accidentes con bicicletas se han mantenido estables en los últimos años, con 51 en 2019, 48 en 2020 (año en el que hubo meses de confinamiento estricto por la Covid) y 50 en 2021, mientras que los de patinetes se han disparado de los 18 en 2019 a 37 en 2020 y 74 el año pasado. Solo en los tres primeros meses de este 2022 ya había habido 25, un 92% más que los 13 del primer trimestre de 2021. Además, en 2021 la Policía Local impuso 593 denuncias a conductores de patinetes y en el primer trimestre de este año llevaban 250, la mayoría por no usar casco, que es obligatorio, igual que tener 16 años como mínimo para conducir estos vehículos, no circular por la acera, no superar los 25 km/hora y no subir dos personas en el patinete.

Pueden ir por la calzada en calles con un carril y zonas 30, respetando siempre las normas de tráfico (no pueden circular en contradirección).Ibarz subraya que muchos usuarios de patinetes “no son conscientes de que llevan un vehículo, y el más inestable de todos, más que las bicicletas”. Sin embargo, Pedro Lara, del colectivo VMP Lleida, dice que “no lo veo más peligroso que la bicicleta o la moto”. “En un accidente estás en igualdad de condiciones, tú eres el chasis. No hay mucha diferencia si lo utilizan bien y sabes y sabiendo por dónde puedes circular”, indica.

El único accidente mortal en Lleida con un patinete eléctrico implicado ocurrió en septiembre del año pasado. Una mujer de 78 años fue atropellada por uno de estos vehículos en la avenida Catalunya y falleció al día siguiente como consecuencia de las heridas.

Por otra parte, el intendente de la Urbana apunta que “la normativa es muy cambiante”. Argumenta que “primero apareció el fenómeno social y después la legislación” y vaticina que “habrá más cambios”. Por ejemplo, cree que es cuestión de tiempo que sea obligatorio tener un seguro para circular en VMP.

‘Los VMP que incumplen normas dan mala imagen del colectivo’

La asociación de usuarios de patinetes VMP Lleida defiende que la mayoría cumple las normas y reconoce que “los que las incumplen y van dos en un patinete, por la acera o por la calzada cuando no se puede, dan mala imagen del colectivo porque la gente generaliza las malas conductas”. El RACC advierte que en las Zonas 30 es necesaria una buena señalización, porque en la calzada, que en muchas calles es estrecha, deben convivir el transporte público, coches y motos, el transporte de mercancías, patinetes y bicis. Por ello pide campañas informativas para que todos los conductores sepan las normas.

Los vecinos piden mejorar el servicio del bus urbano

La Federación Asociaciones de Vecinos de Lleida (FAV) está colaborando en la elaboración de la nueva ordenanza de movilidad y, respecto a los patinetes eléctricos, presentó una alegación para que no pudieran circular por zonas peatonales por el riesgo que comporta para los viandantes. Rosa Castillo, responsable de Urbanismo de la FAV, mostró su “preocupación porque aún observamos muchos por la acera”, por lo que ve necesaria una campaña informativa y otras medidas. Defiende el impulso de los transportes sostenibles como las bicicletas y patinetes y más carriles bici para ofrecer una alternativa al uso del vehículo, pero ve también imprescindible mejorar de forma general el servicio de autobuses urbanos de la ciudad de Lleida, en el marco de la futura implantación de la Zona de Bajas Emisiones.

“Es fundamental porque no todo el mundo puede ir en patinete o bicicleta”, recalca, y propone revisar frecuencias, recorridos y paradas, la ‘app’ y la información de los horarios. Además, pide ampliar las aceras para facilitar los desplazamientos de los peatones y reducir el tiempo de espera de algunos semáforos.

Dificultades para circular por el centro y por el polígono

El colectivo de usuarios de patinetes eléctricos denuncia que en la ciudad de Lleida les resulta imposible circular por el centro cumpliendo la normativa. “Se están haciendo carriles bici en calles como Penedès, por donde ya podemos circular por la calzada (al ser una vía de un carril y zona 30), mientras que en calles céntricas como Prat de la Riba o Príncep de Viana no hay carril bici y no podemos pasar”, explican, y remarcan que “quedan muchos lugares no accesibles”. Sus usuarios apuntan que existe “una carencia muy importante de comunicación con el polígono, donde mucha gente va a trabajar en VMP y está incurriendo en una ilegalidad porque el Pont de Pardinyes no tiene carril bici y por la calzada no podemos ir porque no es Zona 30. Y todo el polígono tampoco tiene infraestructura”, indican.

Con la puesta en marcha de la Zona de Bajas Emisiones, la Paeria prevé carriles bici en estas y otras muchas vías.