El gobierno dice haber cumplido la mayoría de su programa y la oposición critica la suciedad

El último pleno sobre el estado de la ciudad de este mandato tuvo como claros protagonistas las denuncias de inseguridad y suciedad por parte de la oposición y la promesa del gobierno de que los próximos años serán “los de la transformación del municipio con inversiones millonarias”. No obstante, tanto ERC como Junts reconocieron que “hay un problema de limpieza” en Lleida, pero lo achacaron al hecho de que, en el anterior mandato, “el gobierno del PSC junto con Cs y el PP acordaron prorrogar el contrato del servicio de limpieza” y que este es el origen de por qué la ciudad tiene este problema. Así lo aseguró el alcalde, Miquel Pueyo, en un pleno que no llegó a las tres horas de duración y que sirvió como pistoletazo de salida para la precampaña de las elecciones municipales del próximo año.

En su intervención, Pueyo recalcó que “en tres años hemos pasado de tener una deuda del 107% al 86,5%” e hizo especial hincapié en el “alto grado de cumplimiento” de su programa de acción municipal (PAM). “De las 266 acciones del documento ya hemos finalizado 135, que es un 51%, y en este año acabaremos otras 69, de modo que a principios de 2023 habremos logrado un 77% de cumplimiento de nuestro programa”, dijo Pueyo, a la vez que se felicitó por haber “desatascado” inversiones como el polígono de Torreblanca i Quatre Pilans, la nueva estación de autobuses y el albergue para temporeros. Por su parte, el teniente de alcalde de Urbanismo y líder de Junts, Toni Postius, destacó que en tres años han expedido 882 licencias para construir viviendas, 255 de ellas solo este año.

Afirmó que “hemos aprovechado todas las oportunidades que se nos han presentado”, poniendo como ejemplo varias subvenciones de los fondos europeos Next Generation, y que Torreblanca provocará “la gran transformación de la ciudad que permitirá captar empresas”. En la misma línea, la segunda teniente de alcalde, Jordina Freixanet (ERC), añadió que “los años que vienen serán de transformación con mayúsculas” y recordó que se encontraron “el ayuntamiento en bancarrota”. Por contra, reconoció que “tenemos problemas de limpieza, es cierto, pero no es algo nuevo y quizás hubiera sido mejor no haber dejado las concesiones blindadas”.

En cuanto a los partidos de la oposición, el líder del PSC, Fèlix Larrosa, atacó al gobierno señalando que “Lleida es la segunda capital de Catalunya pese a ustedes”, y les acusó de ser los responsables de que la ciudad “esté más sucia e insegura”. Criticó “el nulo” mantenimiento del patrimonio histórico y advirtió a Pueyo que “su experimento ha fracasado y estamos listos para liderar esta ciudad”. Por el Comú, que hasta julio de 2021 estaba en el gobierno, su edil Sergi Talamonte dijo que la acción del gobierno “deja mucho que desear” y reconoció “déficits” en la limpieza y seguridad.

A su vez, el portavoz del PP, Xavi Palau, acusó de Pueyo de no haber demostrado liderazgo, de ser sectario “por no reunirse con ningún alcalde de la Franja para buscar inversiones” y reclamó actuar ya para mejorar la seguridad y la limpieza. Su homóloga de Cs, Maria Burrel, comparó a Lleida con un enfermo en la UCI y acusó al gobierno de “no hacer cumplir los contratos de limpieza ni tomar medidas ante el aumento de la inseguridad”. La edil no adscrita Ángeles Ribes dijo que “desde enero han habido 2.400 crímenes [delitos] en Lleida” y que el legado de Pueyo será “inseguridad, incivismo, desocupación, opacidad, suciedad y proyectos a medio hacer”.

Por último, el no adscrito Sergio González dijo que “la ciudad está desatendida” y que el gobierno bipartito “no puede presumir de transparencia”.