TORMENTA DESPERFECTOS
Denuncia el peligro de un poste de la luz roto por el temporal en Lleida
Una vecina de L'Horta explica que ha llamado tres veces al 112 y que “nadie ha hecho nada hasta ahora para repararlo” || Se apoya sobre una valla metálica
“He llamado tres veces al 112 para explicar que la tormenta dañó un poste de la luz que está a punto de caer y que representa un peligro. Me han dicho que vendrán pero, hasta ahora, nadie ha hecho nada para arreglarlo”. Esta es la denuncia que hizo ayer a este periódico Mari Paz Choren, una vecina de la partida Grealó de l’Horta.
El poste se mantiene en pie porque se apoya en una valla de su finca. El desperfecto se produjo el martes por la tarde a consecuencia de la fuerte tormenta de viento mezclado con agua que cruzó Lleida de sur a norte con mucha virulencia, entrando desde Aragón por el Segrià, llegó hasta la Alta Ribagorça y que causó numerosos destrozos. En la ciudad se registraron rachas de viento de hasta 94 kilómetros por hora.
Choren aseguró que “puede caer en cualquier momento y es un riesgo porque, por ejemplo, puede causar un incendio o cortar el suministro. En el 112 me dijeron que pasaban el incidente y que vendrían pero han pasado tres días y aquí no ha venido nadie”. La tormenta causó graves destrozos en infraestructuras, árboles e inmuebles.
También destrozó un total de 12 torres eléctricas: 6 de una línea de alta tensión y 6 más de media tensión, según informó el miércoles Endesa, que explicó que trabajaba en la reparación de la red dañada. Centenares de usuarios que quedaron sin luz unas horas. Por su parte, la Guardia Urbana atendió más de 40 servicios debido al temporal en la capital del Segrià.
La mayoría, una treintena de ellos, fueron por caídas de árboles en la vía pública. Asimismo, hubo cuatro salidas por la caída de instalaciones eléctricas, tres por destrozos en pérgolas y placas solares, una avería semafórica y la retirada de una señal de tráfico.Otros municipios, principalmente del Segrià, sufrieron daños similares en infraestructuras. En Alguaire, donde se alcanzaron rachas de 130 km/h, hubo importantes destrozos en el aeropuerto, especialmente en los hangares hinchables y otros edificios prefabricados.
Incluso algunas de las pequeñas avionetas de la compañía BAA Training quedaron volcadas en la pista.