EXCELENCIA FORMACIÓN
Los mejores leridanos de la selectividad, 10 años después
Los alumnos más brillantes de Lleida en la selectividad de hace una década son ahora adultos que se dedican, más o menos, a aquello con lo que soñaban. Adrià Pon logró un 9,35 en la fase general, la nota más alta de las comarcas de Lleida del año 2012. Entonces declaró que quería estudiar Ingeniería Aeronáutica en la Universitat Politécnica de Catalunya, en Terrassa.
Y así lo hizo. Helena Cobos obtuvo la segunda mejor calificación, un 9,25, y ha estudiado Educación Primaria en la Universitat de Lleida, tal como dijo hace diez años. Ese mismo año hubo otro estudiante con un 9,25, Àxel Curcó, del instituto de Alcarràs, que quería cursar Filología Inglesa en la UdL, con el que este diario no ha podido contactar.
Adrià Pon explica que tras acabar la carrera (confiesa que con notas no tan altas) cursó un doble máster de dos años, el segundo de ellos en la Cranfield University, en Inglaterra. “El máster estaba especializado en aeropuertos. Al terminar, encontré trabajo en una consultoría de Londres que hace proyectos de diseño y construcción de aeropuertos.
Estuve desde septiembre de 2018 hasta octubre del año pasado”, relata. Ahora trabaja en Barcelona, en otra consultoría que también se dedica al diseño aeropuertos. Detalla que el grado se centra más en “aviones, satélites y cohetes”, y el máster que cursó, en aeropuertos.
“Y para el trabajo me he quedado con lo del máster”, apunta. No obstante, reconoce que no escogió la carrera de Ingeniería Aeronáutica por vocación, sino “por elegir algo”. “Pero me ha salido bien.
El trabajo me gusta y voy haciendo. Pero entonces podía haber estudiado cualquier cosa, no tenía preferencias”, subraya. De hecho, apunta que actualmente le gustan más las económicas, pero no prevé cambiar de sector, aunque no descarta apuntarse a algún Master Bussines Administration (MBA).
Recomienda a los alumnos que se inscriban preferentemente en carreras “que tengan salidas”.Helena Cobos, no ha ejercido de momento como maestra de Primaria, para lo que se formó, pero sí se ha dedicado a la docencia. Tras acabar el grado en la UdL, se marchó de voluntaria cuatro meses a Nepal y dos a Camboya y al regresar se mudó a Toulouse, donde trabajó dos como profesora de inglés en ESO y Bachillerato. Después volvió a hacer las maletas y durante seis meses viajó por diferentes países de Sudamérica haciendo voluntariado hasta que tuvo que regresar por el estallido de la pandemia de Covid.
En 2020 volvió al mismo instituto de Toulouse y también se inscribió en la escuela de doctorado de la UdL. En octubre de 2021 se trasladó a Bruselas, puesto que ganó una beca de un programa de prácticas en la Comisión Europea. El pasado fin de semana ya regresó a Toulouse y se dedicará a acabar el doctorado, aunque espera combinarlo con dar clases, porque asegura que este año que se ha dedicado a tareas más administrativas ha “echado mucho de menos” la docencia “y eso confirma que elegí bien hace diez años”.