La UdL reduce sus departamentos con Derecho y Agrónomos en contra

El consejo de gobierno de la Universitat de Lleida (UdL) aprobó ayer por 25 votos a favor, 10 en contra y 2 en blanco la reducción de los departamentos de 27 a 18, para ahorrar gastos, pese a la disconformidad expresada por Derecho y Agrónomos, que presentaron enmiendas a la totalidad. En concreto, firmadas por el departamento de Derecho Público de la facultad de Derecho y por los siete departamentos y dirección de la Escuela de Agrónomos. En total, la propuesta del equipo rectoral recibió dieciséis quejas, enmiendas y alegaciones.

El consejo social debe emitir ahora un informe favorable a la nueva estructura departamental y se someterá también a votación en el claustro el día 14. Tanto el director de Agrónomos, Jordi Graell, como el decano de Derecho, Economía y Turismo, Eduard Cristóbal, afirmaron tras el consejo de gobierno que aceptan con “resignación” la reducción de departamentos.Así, Agrónomos pasa de 7 a 4 departamentos. Graell detalló que se mantienen los de Ciencia Animal y Tecnología de los Alimentos y surgen dos macrodepartamentos, uno que une Producción Vegetal y Ciencia Forestal con Hortofruticultura e Ingeniería Forestal, “que es el mayor de la UdL con 63 profesores a tiempo completo”; y otro que une Química y Ciencias del Suelo, con 43, “el segundo más grande”.

Asimismo, en la facultad de Derecho se reducen de 4 a 2, uno de Derecho y Economía y otro de Empresa. En Letras también disminuyen a la mitad, de 6 a 3. Medicina pierde uno y se queda con 3 y la facultad de Educación, Psicología y Trabajo Social pasa de 3 a 2.

En cambio, Enfermería y Fisioterapia mantiene su único departamento y la Escuela Politécnica Superior es la única que gana un departamento y pasa de 2 a 3.El rector, Jaume Puy, defendió que la actual estructura “ayudará a mejorar la gestión”, pero al mismo tiempo reconoció que hay aspectos “claramente mejorables”. El vicerrector de Profesorado, Francesc Giné, apunta que cada departamento tiene ahora una media de 27 docentes a tiempo completo, cifra similar a la del resto de universidades, lo que “permitirá acceder a convocatorias competitivas con más garantías y mejorar las colaboraciones entre ámbitos afines, en docencia e investigación”.