Solución a medias del conflicto entre un agricultor y vecinos de Llívia

El conflicto entre los vecinos de un bloque de Llívia y un agricultor por las molestias que les genera los fitosanitarios que aplica en su finca de frutales colindante con las viviendas parece haber llegado a una solución a medias, ya que no satisface a los primeros. Ayer, tanto el agricultor, Guillem Miranda, como el concejal de l’Horta, David Melé, que ha mediado entre ambas partes, anunciaron que han llegado a un acuerdo por el cual Miranda no sulfatará entre las 22.00 y las 8.00 horas, evitando así molestias nocturnas por ruido. También avisará antes de sulfatar a los vecinos próximos de la calle Camí del Nord, para que puedan cerrar su ventanas y evitar que los fitosanitarios entren en sus hogares. No obstante, los vecinos afectados, que hace unas semanas colgaron pancartas en contra de lo que consideran “una mala práctica”, dijeron que “no se nos ha informado de este acuerdo y no es lo que esperábamos”.

Así lo aseguró una portavoz, que reclamó “que el ayuntamiento regule el uso de pesticidas en cultivos próximos a la trama urbana, se comprueben los efectos que estos productos pueden tener para la salud y se prohíba utilizarlos en las zonas que los cultivos sean colindantes con las viviendas”. En este sentido, añadió que, “por mucho que nos avisen antes y cerremos puertas y ventanas, el sulfato entra igual en nuestras viviendas y así no se puede vivir, sabemos que el agricultor no tiene toda la culpa, pero antes debería prevalecer el interés general y la salud de las personas, ya que nosotros vivimos allí”.

Por su parte, Miranda detalló que “sulfato mis terrenos, que son suelo rústico y tienen una extensión de 12 hectáreas, cada 10 días tal y como me recomendaron mis asesores, y hasta ahora lo hacía de noche para que los árboles no se quemaran por los productos con el calor”. Remarcó que “hago todos los análisis posibles de los productos, su uso está regulado y no he hecho nada ilegal y en ningún momento los vecinos han intentado hablar conmigo”. Miranda recordó que “Los cultivos siempre han estado allí y han sido las viviendas las que se han acercado, pero me han intentado vender como el malo de la película”.

Sobre el acuerdo con la Paeria, el agricultor dijo que “el ayuntamiento deberá hablar con los vecinos para informarles de ello, pero parece que ahora ya es un conflicto político”. Una afirmación que hizo a raíz de que el Comú anunciara la semana pasada que presentará una moción en la que pedirá regular la utilización de pesticidas y productos fitosanitarios en terrenos próximos a las zonas urbanas. “Nos quieren hacer pagar a todos por el uso de unos productos que ya están regulados”, añadió el agricultor.

Por su parte, Melé dijo que la voluntad de la Paeria “ha sido la de llegar a un entendimiento y se planteó la limitación horaria dado que solo deberá sulfatar 4 o 5 veces más, pero ahora ha pasado de ser un conflicto social a político (en alusión al Comú)”.

UP apoya al payés y dice que nunca ha afrontado un caso como este

El sindicato agrario Unió de Pagesos (UP), salió ayer en defensa del agricultor de Llívia asegurando que el uso de fitosanitarios “está muy regulado por Europa, de hecho es la normativa más estricta del mundo, y ni la Generalitat ni la Paeria pueden regular por su cuenta el uso de estos productos”. Así lo aseguró el coordinador comarcal de UP en el Segrià, Néstor Serra, que dijo que “nunca nos habíamos encontrado un caso así en Lleida” y subrayó que “los productos que utiliza Miranda están regulados y controlados”. También recordó que la única prohibición que hay para estos tratamientos es cuando la velocidad del viento es superior a los tres metros por segundo.

Serra añadió que “la Paeria nos ha dicho que los vecinos están de acuerdo con este horario y ahora tocará ver qué dice el grupo del Comú, ya que esto ha pasado a ser un conflicto político”.