SEGRE

MOVILIZACIONES INFRAESTRUCTURAS

Protesta contra el derribo del paso del río Segre entre Butsènit y Montoliu

Un grupo de vecinos paralizó ayer unas horas el derribo del paso del río Segre entre la partida de Butsènit de l'Horta de Lleida y Montoliu y reclamar otro alternativo para no tener que dar una vuelta de 15 kilómetros para cruzar. La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) remarca que el actual no cumple la normativa de seguridad.

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Vecinos de las partidas de Butsènit y Rufea de l’Horta de Lleida y de Montoliu, Albatàrrec, Sunyer, Sudanell y Alfés intentaron ayer parar la demolición de un paso para vadear el río Segre habilitado hace 50 años, que es muy utilizado tanto por agricultores como por personas que hacen deporte o excursiones. La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), a través de la empresa pública Tragsa, ha iniciado su derribo al no cumplir la normativa y ser inseguro y los vecinos reclaman la adecuación de otro arternativo que sí sea legal para no tener que dar una vuelta de 15 kilómetros para cruzar desde l’Horta de Lleida a Montoliu y el resto de localidades.

La CHE ejecuta la obra de forma subsidiaria porque la empresa que lo adecuó para para pasar materiales para la construcción de la autopista AP2 ya no existe. Los vecinos se situaron a primer ahora de la mañana en el paso del río impidiendo trabajar a la maquinaria, pero hacia las doce se retiraron, siguiendo el consejo de la Guardia Urbana y los Mossos d’Esquadra, de modo que se reemprendieron los trabajos. El subdelegado del Gobierno central, José Crespín, que visitó la zona, incidió en que la supresión “responde al hecho de aplicar la normativa vigente a un vial que presenta un riesgo para la seguridad de las personas y por la propia dinámica del río”.

Apuntó que buscar una solución corresponde al ámbito municipal. En este sentido, ya está convocada una reunión de los ayuntamientos de Lleida, Albatàrrec, Montoliu, Sudanell, Alfés y Sunyer, así como la comisión de l’Horta de Lleida y los dirigentes vecinales de Butsènit y Rufea. Este último, Adrià Drago, señaló que querrían poder seguir usando el actual paso hasta que estuviera listo uno alternativo, pero elogió que tras la movilización de ayer se haya conseguido “que se vea que es una cuestión que no afecta solo a Lleida, sino a más ayuntamientos”.

Mireia Valls, presidenta de Butsènit, insistió en que lucharán para que todos se pongan de acuerdo para buscar financiación para el nuevo paso. Por su parte, el concejal de L’Horta de la Paeria, David Melé, defendió trabajar todos los municipios afectados para encontrar una solución.Ayer por la noche, vecinos de ambas márgenes fueron a “despedirse” del paso del río.

La CHE defiende que eliminan un obstáculo en caso de crecida

La CHE remarca que la demolición de este paso permitirá que el río recupere la dinámica fluvial y la fauna propia, y suprimirá un obstáculo que podría resultar peligroso en caso de crecida. La Paeria afirma que “hasta el último momento” pidió a la CHE que estudiara la posibilidad de arreglar y legalizar el paso para poder mantenerlo en servicio como reclaman los vecino de l’Horta. No obstante, acepta que la única opción es desmantelarlo. Admite que no está en disposición de hacer frente a la infraestructura, pero añade que “si el resto de ayuntamientos implicados y otras instituciones, lo quieren hacer, estamos dispuestos a escucharlos”.

Vecinos de uno y otro lado del río se despidieron ayer por la tarde de manera simbólica.

Vecinos de uno y otro lado del río se despidieron ayer por la tarde de manera simbólica.GERARD HOYAS

Vecinos de uno y otro lado del río se despidieron ayer por la tarde de manera simbólica.

Vecinos de uno y otro lado del río se despidieron ayer por la tarde de manera simbólica.GERARD HOYAS

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