URBANISMO RELIGIÓN
Diez años buscando mezquita en Lleida
La mayor comunidad islámica reza en el Palau de Vidre desde 2012 sin que aún tenga templo fijo || Si la UE da financiación a la Paeria para rehabilitar este edificio, “deberán irse por las obras”
El Palau de Vidre lleva diez años siendo una mezquita “temporal” para la mayor comunidad islámica de Lleida, llamada Ibn Hazam, cuando en 2012 Fira de Lleida les alquiló el equipamiento por 1.400 euros mensuales. “El uso del Palau de Vidre como mezquita era temporal y se ha ido alargando en el tiempo”, señaló la alcaldesa accidental, Sandra Castro, que señaló que “sabemos que buscan locales para un templo”. Precisamente, la comunidad compró en 2019 unos terrenos junto al puente de Pardinyes, entre el canal de Seròs y el camino de Grenyana, para construir una mezquita.
Sin embargo, poco antes de que empezara la pandemia, en febrero de 2020, la Paeria certificó que no se podía construir porque el planeamiento urbanístico vigente impide que pueda ser edificable porque es rústica y se encuentra en una zona potencialmente inundable.“¿Cuándo encontrarán un local y que cumpla la actual ordenanza? No lo sabemos”, afirmó la alcaldesa accidental. La normativa señala que el aforo máximo de los oratorios integrados en la trama urbana y que no estén en edificios aislados sea de 200 personas; que no se podrá abrir ningún templo en calles cuya acera tenga menos de tres metros de anchura, pero con la posibilidad de ampliar las aceras a costa de plazas de aparcamiento.Esta comunidad que reza en el Palau de Vidre era la que anteriormente tenía un templo en la calle Nord, que en 2010 la Paeria lo cerró por exceso de aforo y no fue hasta 2012 que se trasladaron al actual equipamiento de los Camps Elisis. Castro destacó que en los últimos años la comunidad se ha ido “dividiendo” y algunos musulmanes han hecho su propia mezquita, como la que abrió el pasado 8 de julio en la calle Alfred Perenya.
Por otro lado, hay que recordar que la Paeria presentó a la primera línea de ayudas del Programa de Impulso a la Rehabilitación de Edificios Públicos de entidades locales (Pirep), que forma parte de los fondos europeos Next Generation, la rehabilitación del Palau de Vidre. Este edificio no tiene sostenibilidad energética, por lo que el consistorio confía que la Unión Europea les concederá la financiación, de una línea dotada con 250 millones de euros para los distintos proyectos que los ayuntamientos presenten. Entre los trabajos que plantea el proyecto presentado para el Palau de Vidre figuran la sustitución de los cristales para que sean más eficientes y se adapten a la climatología, habilitar espacios diáfanos con la posibilidad de hacer compartimentos móviles e instalar placas fotovoltaicas.
“En caso de que tengamos esta ayuda económica, se tendrán que hacer obras en el Palau de Vidre y los musulmanes deberán irse”, afirmó Castro. En los casos en que Fira de Lleida ha requerido este edificio, la comunidad se ha trasladado en uno de los pabellones o en otras ocasiones han habilitado una carpa situada entre las avenidas Victoriano Muñoz y Josep Tarradellas.