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HOSTELERÍA NORMATIVA

Multado un bar del Barri Antic de Lleida con 8.500 € por funcionar como pub

La Paeria le impone una sanción de 3.500 y otra de 5.000 por estar abierto de madrugada en enero y febrero || Con personas bebiendo y bailando en su interior

Exterior del local, ubicado en el número 4 de la calle Boters.

Exterior del local, ubicado en el número 4 de la calle Boters.JORDI ECHEVARRIA

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La Paeria ha sancionado con un total de 8.500 euros un bar de la calle Boters, en el Centro Histórico, por funcionar como bar musical sin tener autorización para esta actividad, sino solo de bar restaurante. En realidad, le ha impuesto dos multas, una de 3.500 euros y otra de 5.000, por estar abierto de madrugada en dos ocasiones distintas de los pasados meses de enreo y febrero, con la música a todo volumen y pista de baile habilitada a modo de discoteca. Además de infringir la ley de regulación administrativa de espectáculos públicos y actividades recreativas por funcionar sin la licencia adecuada, estaba abierto y con clientes en su interior más tarde del horario permitido por la normativa antiCovid, que en ese momento estaba vigente.

La primera sanción tuvo su origen en la inspección que efectuaron en enero agentes de la Guardia Urbana que patrullaban por la zona a la 1.35 horas. Oyeron música a un volumen muy elevado que provenía de este local del número 4 de Boters, observaron que en el interior tenía mesas a los lados, luces de discoteca y un espacio a modo de pista con personas bailando. Constataron que no tenía licencia para esa actividad y procedieron a cerrarlo, puesto que a las 00.30 ya no podía acoger ninguna actividad y a la 1.00, ningún cliente, en cumplimiento de las medidas de prevención de la Covid. El ayuntamiento inició un expediente sancionador por una presunta infracción tipificada como grave en la ley de regulación administrativa de espectáculos públicos y actividades recreativas y la cuantificó en 3.500 euros.

En febrero, la Policía Local acudió a la una de la madrugada al mismo bar a raíz de quejas de que estaba desarrollando actividades no autorizadas. Comprobó como, de nuevo, desde el exterior se oía música alta y en el interior había luces “psicodélicas”, así como “gran cantidad de gente” consumiendo bebidas alcohólicas y bailando. Constató que el establecimiento disponía de un reproductor de sonido sin limitador, certificó que el local tenía una comunicación previa de 2017 que autorizaba la actividad de bar restaurante y levantó otra acta por llevar a cabo la de bar musical que acabó en una multa de 5.000 euros.

El informe remarca que la ordenanza municipal determina que para desarrollar esta última actividad los establecimientos deben disponer de una superficie útil mínima de 150 m², cuando este local tiene 72,27, por lo que no puede ser legalizada.

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