Tres mil leridanos utilizan cada día el tren para ir a trabajar o estudiar

Más de 3.000 personas pasan cada día por la estación de trenes de Lleida y la mayoría son usuarias de los regionales o del Avant, en muchos casos para ir a trabajar o a clase. Aumentar el número de convoyes y mejorar su comodidad y puntualidad, así como las condiciones de los abonos en los Avant, son algunas de sus demandas.

Cerca de 3.000 personas utilizan a diario las conexiones entre Lleida y Barcelona con trenes regionales, AVE y Avant, y las del tren de La Pobla, especialmente entre Lleida y Balaguer. El año pasado, las líneas de regionales R12, R13 y R14, que unen la capital leridana con Barcelona por Manresa y la costa tuvieron 591.886 usuarios, y 228.000 viajaron en trenes de alta velocidad con origen o destino a Lleida solo en el segundo semestre, la mayoría en Avant.

La línea de los Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) de La Pobla de Segur sumó 207.367 viajeros, en 2021. En todos los casos, los datos fueron inferiores a los de 2019 por los efectos de las restricciones por la pandemia, pero este año se está constatando una recuperación en la afluencia de viajeros. De hecho, 170.206 personas cogieron un tren de la línea de La Pobla de enero a agosto de este año, mientras que en el mismo período de 2019 no llegaron a las 160.000.

Una gran parte de los usuarios son habituales, ya que cogen el tren para ir a clase o trabajar. Es el caso del leridano Carles Feixa, catedrático de Antropología Social en la Universidad Pompeu Fabra (UPF), que desde 2017 va y viene regularmente de Lleida a Barcelona en Avant. Antes de la pandemia cogía el tren a diario, pero ahora teletrabaja dos o tres días a la semana y no necesita ir tanto a Barcelona.

La progresiva implantación del teletrabajo en empresas e instituciones está provocando una cierta disminución en la movilidad de estos viajeros, que antes se desplazaban cada día a sus lugares de trabajo pero ahora hacen parte de su jornada semanal desde casa.Carles Feixa fue uno de los impulsores del grupo de WhatsApp Avanteros pringats, en el que actualmente hay 110 personas. Nació hace cinco años como un canal de información técnica entre usuarios, pero poco a poco se fue convirtiendo en un espacio donde exponer sus reivindicaciones. Todas las voces se juntaron y acabaron creando la Plataforma Usuaris Avant Catalunya, de la que Feixa es portavoz.

Por un lado, piden reformular el modelo de abonos para premiar a los usuarios habituales. Insisten en mantener la ampliación de diez a veinte días en la tarjeta Plus 10, ya que muchos no llegan a agotar los diez viajes en el plazo porque teletrabajan. También demandan que la tarjeta 10/45 no empiece a contar desde la fecha de compra, sino desde el primer uso, como sucede en el resto de títulos.

Por otro lado, creen necesario que vuelvan todas las frecuencias que había antes de la pandemia (ahora son 4 menos) y que haya más trenes a primera hora de la mañana. El 1 de septiembre se recuperó el Avant Lleida-Barcelona que sale a las 19.23 h y el que parte de Barcelona, a las 21.25. Aun así, de 8.00 a 12.00 horas no hay ninguno que salga de Lleida.

También opinan que se tendría que consorciar plazas con los AVE como ya sucede en otras ciudades como Girona, de manera que los abonos Avant sirvan para subir a AVE que van medio vacíos.Otro leridano que va a trabajar cada día a Barcelona en Avant es Antoni Planella. Vivía en Barcelona hasta la llegada de la Covid, pero vio que le salía más rentable residir en Lleida e ir en Avant cada día que alquilar una habitación en Barcelona, “y ahora con los descuentos que han lanzado me sale todavía más rentable”, asegura. Opina que los problemas con el servicio se acentuaron a raíz de la pandemia, cuando cambiaron algunos modelos de trenes por otros de una calidad mucho menor que “vibran tanto que no puedes ni trabajar, los días de mucha lluvia se cuela agua entre los vagones y en invierno hay viajes en que nos helamos de frío”.

No obstante, a Planella ir y volver cada día en Avant le ha servido para conocer a otros leridanos en su misma situación, como Carles Feixa, con los que han hecho piña para hacer oír sus quejas. “Deberían dar un servicio de calidad, porque la alternativa es el coche o un cercanías tercermundista que tarda tres horas en llegar”, zanjó Planella. Las reclamaciones de los usuarios de Avant se unen a las de viajeros de los regionales, que aseguran que el zarandeo constante de los trenes les impide trabajar o descansar.

Muchos también critican las pocas frecuencias de la línea R12 por Manresa, con solo tres trenes al día por sentido. En 2018, CCOO presentó un proyecto de Rodalies de Lleida que fue aprobado por unanimidad por la Paeria y la Diputación. En el mismo, manifiestan la necesidad de incrementar el servicio en todas las líneas, así como reducir entre 5 y 7 minutos el tiempo de viaje en la de Manresa y establecer varios puntos de actuación en infraestructuras, como la eliminación de pasos a nivel en núcleos urbanos de más de 5.000 habitantes.

Más de 2.500 leridanos se han beneficiado de los abonos gratuitos

Cada vez son más los usuarios habituales de Renfe que se están beneficiando de los bonos gratuitos en regionales hasta final de año y del 50% de descuento en los abonos de Avant. En Lleida ya se han expedido más de 2.500 títulos gratis de regionales para las líneas R12, R13 y R14, que unen Lleida y Barcelona por Manresa y la costa. Solo representan el 4,5% de los 56.000 que se han otorgado en toda Catalunya, entre otras cosas porque Lleida no dispone de un servicio de Rodalies.

En Girona ya se han adquirido más de 18.200 abonos gratuitos (32,5%), en Tarragona 18.100 (32,3%) y en Barcelona 17.200 (30,7%). Además, 1.900 viajeros han obtenido títulos a la mitad de precio para el servicio de Avant.Renfe ha emitido más de 335.000 abonos gratuitos para viajar con los servicios de Rodalies desde el 24 de agosto, de los cuales 280.000 corresponden a Rodalies de Barcelona, y el resto a los trenes regionales. En total, el año pasado casi 600.000 viajeros usaron las líneas regionales con origen o destino a Lleida.

La demanda fue un 25% menor que en 2019 pero un 26% más alta que en 2020, de manera que se constata la recuperación de la afluencia a niveles de antes de la pandemia del coronavirus.