HOSTELERÍA CONSUMO
El alza del coste de la energía hace que los menús se encarezcan hasta un 25%
El encarecimiento del precio de la luz y de los alimentos ha provocado que muchos bares y restaurantes se vean obligados a subir los precios de sus menús y productos para tener un mínimo beneficio. Algunos, hasta un 25%, mientras que otros se han resistido hasta ahora por temor a perder clientes, como ya ha ocurrido en diversos locales.
“O subes los precios o mueres”. De esta forma tan contundente resume el secretario general de la Federación de Hostelería de Lleida, Ramon Solsona, la situación de la mayoría de bares y restaurantes de Lleida debido al encarecimiento de la electricidad y de los alimentos, que han llevado a algunos establecimientos a subir hasta un 25% el precio de los menús. Según datos de la Federación de Hostelería de España, el precio medio de la restauración en Catalunya aumentó en agosto un 4,9% respecto el mismo período del año pasado, porcentaje que podría ser mayor si no fuera por el temor que suponga perder clientes. Un hecho que, aseguran, están experimentando ya algunos hosteleros leridanos.
“Ese es el problema, que no podemos subir los precios tanto como querríamos por miedo a perder clientela, pero necesitamos un margen mínimo de beneficios para sobrevivir”, lamenta Solsona, que añade que “como patronal poco podemos hacer, porque el principal problema es el encarecimiento de la energía y lo lleva Europa”. Hosteleros de Lleida ciudad reconocen que la situación es delicada y que “no hemos salido de una crisis que ya estamos en otra”. Así lo ve el responsable del restaurante Aggio, que señala que “solo la luz nos está suponiendo un sobrecoste de 23.000 euros anuales, y todavía no hemos subido precios, pero si esto sigue así en noviembre me veré obligado a ello”.
Una situación similar es la del bar Tòfol, cuyo titular dice que está “aguantando” los precios, aunque cree que al final quizás tendrá que incrementarlos. En cambio, el restaurante L’Antiquari subió un euro el precio del menú, pero aún así no compensa el aumento de los costes. Asegura que su gasto por la luz se ha duplicado, al igual que el precio de algunos productos.
Indicó que actualmente se conforma con “poder pagar el personal y las facturas, sin tener beneficios”. Por su parte, en el restaurante Des-Tapa’t han empezado ahora a subir los precios ligeramente. Un responsable destaca que el coste de la luz es un martirio, ya que “si comparamos el de este mes con el del año pasado vemos que pagamos 1.500 euros más, y aún no ha llegado el invierno”.Por parte del Grupo Canalla, que tiene locales como el Cantamanyanes, La Capital o Porco Dio, señalan que “en lo que llevamos de semana hemos modificado precios tres veces y desde el principio de la crisis energética hemos encarecido nuestros menús un 25% y hasta nos han recomendado subirlo un 40% para mantener beneficios, pero no lo hemos hecho”.
Añaden que este incremento ha comportado “perder entre un 10% y un 15% de la clientela, pero necesitamos un margen para sobrevivir”. De la misma forma opinan desde el bar La Impremta, que ha subido un 10% el importe de las bebidas y la comida. “El problema es la luz, es como pagar otro alquiler y por eso subimos precios, porque no puedo perder dinero por servir un café o un refresco”, concluye su responsable.
Estudio de cuánto se ha disparado el coste de la luz en carnicerías El responsable del Gremi d’Artesans Cansaladers, Marc Farràs, también mostró su preocupación por el incremento de costes, sobre todo de la electricidad y el gas, y apuntó que lo afrontan “intentando tocar lo mínimo los precios, vigilar los gastos y negociar con las compañías, si se puede”. Explicó que “la federación está efectuando un estudio sobre el incremento del coste de la luz en el sector a nivel de Catalunya” y destacó, además, que también deben afrontar la subida de precios de materias primas. Remarcó que han intentado no aumentar demasiado el precio de sus productos para perjudicar lo mínimo a las familias.