Más de 360 leridanos han donado su cuerpo a la ciencia en dos décadas

En las últimas dos décadas y media, 362 leridanos han formalizado la documentación para donar su cuerpo a la ciencia, para que pueda ser utilizado en prácticas de anatomía en la sala de disección de la facultad de Medicina de la Universitat de Lleida (UdL). La coordinadora de la donación de cuerpos a la ciencia del área de Anatomía Humana de la UdL, Sara Hernández, indicó que disponen de datos desde mediados de los años noventa y puntualizó que la inscripción en el registro no supone que hayan recibido de forma efectiva este número de cadáveres, puesto que en ocasiones las familias no informan del fallecimiento o la donación no es posible porque el cuerpo no cumple alguno de los requisitos (ver desglose).

Recordó que durante la pandemia de Covid ninguna facultad de Catalunya pudo aceptar donaciones y afirmó que tuvieron que “adaptar” las prácticas y seminarios. Abrieron de nuevo el servicio en el último semestre del curso pasado y en lo que va de año han recibido cuatro donaciones de cuerpos, señaló. La doctora Hernández detalló que el estudio de la anatomía humana no es necesario solo para los estudiantes de Medicina, sino también para los de Enfermería, Ciencias Biomédicas, Fisioterapia, y Nutrición Humana y Dietética.

La sala de disección también acoge cursos de especialización para médicos. Hace tiempo se proyectó una ampliación de la sala, que por el momento no se ha ejecutado. No obstante, sí han podido utilizar una zona externa como almacén para poder ganar espacio en el interior, aunque todavía resulta “bastante justo”, reconoció.Remarcó que la donación del cuerpo a la ciencia es un acto altruista, de modo que no tiene contraprestación económica, y que para poder efectuarla se debe ser mayor de edad, estar en plenas facultades mentales y los interesados deben formalizar y registrar un documento de voluntades anticipadas.

Después deben acudir a la facultad de Medicina, donde recibirán un carnet de donante. Hernández subrayó que la familia debe conocer la voluntad del donante y comunicar su fallecimiento, para poder trasladar el cuerpo a la sala de disección durante las siguientes 24 horas, de manera que no puede haber velatorio. Apuntó que no pueden aceptar cuerpos de personas que sufrieran enfermedades contagiosas (Covid incluida), obesidad mórbida o caquexia (pérdida extrema de peso y masa corporal), amputaciones o quemaduras graves, ni a los que se les haya practicado una autopsia. Tampoco si le han extraído órganos para su donación, excepto si son las córneas.