SALUD ASISTENCIA
Una vecina de Lleida de 76 años lleva 3 esperando una operación
Además, casi no ve porque la operaron de cataratas de un ojo pero hace meses que espera para el otro
“Llevo más de tres años esperando una operación en las lumbares y casi un año una de cataratas”. Esta es la situación de una vecina de Lleida de 76 años, María. Su estado apenas le permite moverse de la cama porque el pinzamiento de la espalda le afecta a la pierna derecha.
El hospital Arnau de Vilanova le programó la operación, pero en medio de una de las oleadas de la pandemia de la Covid se la anularon. “Ahora tengo cita para el traumatólogo el próximo 22 de enero y no lo entiendo, porque lo que el hospital debe hacer es volver a programarme la intervención”, lamenta. Sin embargo, afirma que “lo peor para mí es no poder ver bien”.
Y es que en diciembre sí que le operaron de cataratas de uno de los ojos en el hospital Arnau de Vilanova y le dijeron que al mes siguiente la intervendrían en el otro, pero aun sigue esperando. “El que operaron lo tengo empañado y borroso y con el otro casi no veo. Vivo sola y por casa vigilo mucho para no chocar con los muebles, pero lo más duro para mí es no poder ver a mi familia y a mis nietos”, señala.A raíz de esta situación, María acudió el pasado lunes al Arnau de Vilanova para presentar una queja en la unidad de atención al usuario “tanto por las demoras en las operaciones como por el hecho de no haberme informado durante semanas”.
Una vez allí, la profesional que la atendió comprobó que, efectivamente, estaba en lista de espera para operarse de las lumbares desde mediados de 2019. La misma empleada le reconoció que “llevan una demora importante para este tipo de tratamientos”. Pero lo que provocó la indignación de María fue enterarse de que solo llevaba en lista de espera para operarse de las cataratas desde el 27 de julio.
Así constaba en el registro del hospital, y la mujer repetía que “si me operaron de un ojo en diciembre, ¿Por qué no me pusieron en lista de espera en ese momento para intervenirme el otro ojo?”. Aseguró a su interlocutora que así se lo indicaron los médicos en su momento, pero esta se limitó a decir que era “lo que figura en el registro del hospital”, añadiendo que “lo normal para este tipo de intervenciones es de tres o cuatro meses de espera, y usted consta que solo lleva dos”. Al saber que era así, María se desesperó.
“Me han desprogramado la operación tres veces y ahora me dicen que debo esperar dos meses más, cuando me toque ya me habré quedado ciega”, se lamentó.
Tras presentar quejas en atención al usuario, ha sido citada para operarse de cataratas el día 13
Un día después de presentar las correspondientes quejas, le notificaron que la operarían de cataratas el 13 de octubre. “Es triste que no te hagan caso hasta que te quejas, no debería ser así, porque el trato de los sanitarios es exquisito, pero no puedo decir lo mismo de los gestores del hospital”, concluyó María.
El Arnau tendrá un equipamiento que evitará 2.000 derivaciones
El CatSalut ha adjudicado por 1.939.630 euros, IVA incluido, a Ge Healthcare España un PET-TC para el hospital Arnau de Vilanova, que desde hace semanas dispone de uno de provisional a la espera de este, pero se tendrán que hacer obras para su instalación.
Con este equipamiento se evitará que 2.000 pacientes sean derivados a Barcelona para el diagnóstico y seguimiento de enfermedades oncológicas, neurológicas y cardiovasculares. La prueba combina las imágenes de tomografía por emisión de positrones (PET) con la tomografía computarizada (TC). Así se consigue la fusión de las imágenes obtenidas con la realización de las dos técnicas a la vez.
Esto permite obtener información más precisa y un diagnóstico más exacto, ya que se identifica la actividad metabólica anormal y da diagnósticos más detallados que cuando se realizan las dos pruebas por separado.
Precariedad laboral del 75% de enfermeras a los 4 años de titularse
Un estudio del Consejo de Colegios de Enfermeras de Catalunya y la Universitat de Vic concluye que el porcentaje de enfermeras en los centros asistenciales ha disminuido en los últimos diez años. El informe ‘Proyecciones de la población enfermera en el horizonte 2030’ también asegura que la precariedad laboral de las enfermeras es muy elevada y alcanza el 75% durante los cuatro primeros años después de obtener el título.
Además, afirma que, aunque oficialmente el paro entre la profesión es prácticamente inexistente, la eventualidad provoca que muchas enfermeras estén sin trabajo de forma intermitente. Desde 2010, el peso relativo de las enfermeras ha pasado del 40% al 36%, mientras que el de las auxiliares de enfermería y otros técnicos ha subido del 28% al 31% y el de los médicos se mantiene constante en torno al 33%. En Lleida, solo hay 568 enfermeras por cada 100.000 habitantes, mientras que en Catalunya son 653.
Hay 2.500 en la provincia, pero necesitaría mil más.