SEGURIDAD POLÉMICA
La destitución del leridano Estela como jefe de los Mossos indigna a los agentes
El cese del jefe de los Mossos, el leridano Josep Maria Estela, ha indignado a agentes y mandos, que acusan a Interior de politización. Habría sido víctima de una pinza entre su número 2 y el director general de los Mossos, que querían tomar decisiones al margen de él, según fuentes policiales. Ahora regresará a Lleida para dirigir la región de Ponent.
Josep Maria Estela y su número 2, Eduard Sallent, llevaban meses enfrentados y el conflicto estalló ayer con la destitución del jefe de los Mossos. Estela, que volverá a Lleida para dirigir la región policial de Ponent, de la que ya había sido subjefe, habría sido víctima de una pinza de Sallent y el director general de los Mossos, Pere Ferrer, que tomaban decisiones al margen de él, según han explicado a este diario fuentes policiales. Uno de los motivos del enfrentamiento ha sido la actuación en los desahucios, y otro, la forma de llevar a cabo la feminización del cuerpo (al parecer en las oposiciones todas las mujeres aprobaban, cuatro de los 6 nuevos altos cargos son mujeres y Rosa Bosch es la gran candidata para dirigir el cuerpo en una reestructuración que se hará a finales de año).
Sallent, que tras el cese de Estela es jefe en funciones, ya había sido máximo responsable del cuerpo con el conseller Buch, que le nombró en sustitución de Esquius el mismo día que Sallent ganó la oposición a comsario, lo que causó extrañeza porque había varios comisarios que, a diferencia de él, tenían experiencia. También causó extrañeza el cese del intendente Toni Rodríguez como jefe de Investigación. Rodríguez explicó que le habían destituido tras negarse a dar a Sallent datos de una causa que investigaba.
Las fuentes consultadas por este diario dijeron ayer que Estela era víctima de filtraciones en la prensa en las que se quería perjudicarle con mentiras.El comisario leridano, que en una reunión a primera hora de ayer con el conseller Elena se negó a presentar su dimisión y finalmente fue cesado, difundió por la tarde una carta de despedida dirigida a los agentes del cuerpo en la que pidió mantener“intactos” los valores de servicio público y hacerlo con la “máxima y radical neutralidad política”. El que ha sido el primer leridano en dirigir los Mossos d’Esquadra se mostró “orgulloso” de haber ocupado el cargo y aplaudió el trabajo de los agentes. “El cuerpo de Mossos sois vosotros, los que dais lo mejor cada día, los que os jugáis la vida [...]. Gracias por vuestro compromiso y profesionalidad”, concluyó.
Apoyo unánime al leridano cesado por parte de sus compañeros
Cuando el futuro de Estela todavía estaba en el aire, y con la posibilidad de que Interior le destituyera si no dimitía, el SICME, sindicato que representa al 90 % de los mandos de los Mossos, salió la noche del domingo en defensa del comisario jefe y advirtió de que no entenderían el cese producido ayer. “Necesitamos estabilidad y continuidad, así como respeto a la Prefectura del cuerpo.
No toleramos que se ponga en duda su profesionalidad [de Estela]”, afirmó el sindicato. En esta misma línea se expresaron desde Uspac, que criticó las injerencias políticas del Govern en los Mossos y defendieron a Estela como “un policía que conoce el territorio y uno de los pocos mandos que ha ayudado a los mossos que abatieron a los terroristas en los atentados de Barcelona y Cambrils”. Asimismo, denunció que “el conseller quiere un jefe del cuerpo más politizado, más obediente, a quien se pueda manipular y que no tenga criterio propio”.
Por su parte, desde SME valoraron que “necesitamos coherencia y estabilidad, no cambios constantes que no llevan a nada [...]. Y mientras todo esto pasa, muchos problemas laborales del cuerpo siguen sin solucionarse.” También los partidos de la oposición al Govern de la Generalitat afearon ayer el cese de Estela. La portavoz del PSC, Elia Tortolero, pidió que el conseller de Interior “detenga esta manipulación, asuma responsabilidades políticas y dé explicaciones en sede parlamentaria”.
“Las injerencias políticas del cuerpo de Mossos son inadmisibles y están perjudicando a su imagen”. Desde Junts, su portavoz, Josep Rius, recriminó la “inestabilidad” y el “desprestigio” de los Mossos, que “se está resintiendo” de los “cambios de los últimos días”. “Las instituciones se deben respetar”, zanjó Rius, quien lamentó la situación “en “una cuestión tan sensible como es la seguridad”.