TRIBUNALES SENTENCIA
Absuelto de abusos a su hijo por los “defectos en la grabación” al niño
La Audiencia afirma que no pudo escuchar con claridad lo que declaró el pequeño ante los psicólogos || La Fiscalía solicitó una condena de cinco años de prisión
La Audiencia ha absuelto a un vecino de Lleida acusado de abusar sexualmente de su hijo entre los 7 y los 9 nueve años por un “defecto en la grabación” de la declaración que hizo el niño ante los psicólogos, ya que el tribunal dice que no pudo escuchar con claridad sus declaraciones. Ante ello, la Audiencia considera que las afirmaciones de la madre y los psicólogos, que en el juicio afirmaron que era un relato “creíble y sin capacidad de fabulación o sugestión”, son testigos de referencia que, por si solos, son insuficientes para acreditar lo que dijo el niño. El juicio se celebró el pasado 5 de octubre y la Fiscalía solicitó una condena de cinco años de prisión.
La grabación era tan defectuosa que incluso obligó a suspender durante unos minutos el juicio. Acudieron técnicos para intentar mejorar la calidad del sonido pero no fue posible. El acusado negó que abusara de su hijo y afirmó que solo se acostaba con él hasta que se dormía como su pareja hacía con su hija.
Los hechos habrían tenido lugar en la ciudad de Lleida entre los años 2019 y 2021. También declaró la madre del menor y ahora expareja del acusado, que aseguró que su hijo le explicó que su padre “le hacía cosas”, como agarrarle y frotar su pene en sus nalgas. “Me asusté y por eso lo denuncié”, afirmó ante el tribunal.
En este sentido, las psicólogas explicaron que el niño les relató –también le hicieron reproducir la situación con muñecos dada su corta edad– cómo el hombre presionaba sus genitales contra el ano del niño y les dijo que iban en pijama. Las peritos reiteraron que se habría producido una conducta “inadecuada” porque el menor no estaba tranquilo ni cómodo aunque, bajo su punto de vista, no llegó a haber penetración. Además de los cinco años de prisión por un delito de abusos sexuales, el Ministerio Público solicitó que se impusiera al acusado otros ocho años de libertad vigilada, que se le prohibiera comunicarse o acercarse a menos de 200 metros de su hijo durante siete años y que le indemnice con 3.000 euros por los daños morales.
Por su parte, la defensa pidió la absolución y dijo que debía prevaler la presunción de inocencia porque la acusación no ha quedado acreditada.