Las palomas invaden Ciutat Jardí

La asociación de vecinos de Ciutat Jardí ha denunciado que el barrio está sufriendo “una invasión” de palomas que están dañando el mobiliario urbano y viviendas. Así lo asegura el presidente de la entidad, Ramir Bonet, que señala que “en los últimos años el aumento de la población de estas aves ha sido bestial y se concentran en la calle Enric Farreny y la zona del Arborètum”. Asegura que este es un problema que llevan tiempo denunciando y que está provocando daños en las placas solares que los vecinos compraron de forma conjunta hace meses.

“Están haciendo nidos debajo de las placas y las llenan de excrementos, lo que provoca que algunas puedan dejar de funcionar, y ensucian aceras, bancos y coches”, señala Bonet, que incluso insinúa que su presencia “puede llegar a provocar problemas de salud” como infecciones respiratorias, pero añade que por el momento no les consta ningún caso de este tipo. Por ello, la asociación ha reclamado a la Paeria que tome medidas y reduzca la población de palomas. Fuentes municipales aseguraron estar al corriente de esta problemática, pero necesitan colaboración vecinal para solucionarlo.

El método más efectivo es atrapar las palomas con jaulas en los tejados, como ya se hace desde instalaciones públicas (ver desglose), pero al haber muy pocos edificios municipales proponen colocarlas en viviendas. Los vecinos lo rechazan, aunque la Paeria dice que una vez que sí les permitieron poner una jaula en una casa “en la semana que estuvo colocada se capturaron hasta 50 palomas”.

Capturadas más de 300 aves en el barrio este año

A pesar de que, por el momento, los vecinos no quieren que la Paeria instale jaulas en sus viviendas para atrapar palomas, las que están en edificios públicos funcionan.

Y es que, según la Paeria, en lo que va de año se han atrapado 309 de estas aves en el barrio. La jaula que más capturas lleva es la que está instalada en el campus de Agrónomos de la Universitat de Lleida, con 175, seguido de la que hay en el hospital Santa Maria, con 94, y la del Arnau de Vilanova con 40. No obstante, el consistorio remarca que en las zonas de viviendas no puede instalar ninguna al no tener edificios municipales, y añade que los gestores del Arborètum rechazaron colocar jaulas allí.

Ciutat Jardí no es el único barrio que ha denunciado problemas con las palomas, ya que es una plaga que afectaría a toda la ciudad. El Centro Histórico es también otra zona en la que la presencia de estas aves se ha disparado, ya que aprovechan los agujeros de sus edificios para nidificar.