URBANISMO NOMENCLÁTOR
Todos los nombres... de las calles
La semana pasada el alcalde, Miquel Pueyo, firmó el decreto para que la plaza de la Constitució pase a denominarse Clot de les Granotes. Una medida adoptada después de que la asociación de vecinos del barrio presentara más de 500 firmas pidiendo este cambio, para devolver a este lugar el nombre con el que siempre ha sido conocido desde que en los años setenta la movilización vecinal evitó que se construyeran pisos, para los que ya se había excavado el terreno, y en su lugar hubiera una zona verde. Lo lograron, pero cuando la plaza fue urbanizada a principios de los noventa, se le dio el nombre de la Constitució.
En los últimos años ha habido más cambios de nombres (ver desglose inferior), y hay más sobre la mesa. Y es que la Paeria tiene una “lista de espera” con decenas de propuestas de particulares, partidos o entidades para renombrar calles o bautizar las que aún no tienen una denominación. Una de las más curiosas es la de l’Associació d’Amics de Tragó de Noguera, que han solicitado “que se le dé el nombre de Tragó de Noguera a una calle con más entidad que la actual” (una plaza interior de Pardinyes entre la Rambla y la calle Tarragona).
La asociación ecologista Ipcena plantea que la plaza de l’Exèrcit pase a llamarse de les Cigonyes, y la plataforma Desmilitaritzem l’Educació quiere que la avenida de l’Exèrcit sea la de Arcadi Oliveres, activista por la justicia social. Mientras, el Círculo de Bellas Artes solicita una calle para el pintor Víctor Pérez Pallarés. Los partidos también aportan ideas, y ERC, PSC, Junts y Comú pidieron en 2021 dar el nombre de Assemblea de Catalunya a una nueva calle, y la CUP solicitó en 2017 lo propio para Guillem Agulló.
A su vez, la asociación de la Mariola pidió que Martin Luther King, las Germanes Molina o el patriarca gitano Antonio Salazar tengan una calle o plaza. “Todos los nombres” es una obra del escritor portugués y premio Nobel José Saramago. Su protagonista es un empleado del Registro Civil, pero también sería un buen título para el callejero urbano.
La ciudad ha borrado el rastro del franquismo en la vía pública
La presencia de nombres vinculados a la dictadura franquista desapareció de forma mayoritaria tras las primeras elecciones municipales, pero todavía quedaron varios que poco a poco se han ido retirando hasta desaparecer por completo. Este proceso quedó culminado en octubre de 2020, cuando el gobierno local, entonces formado por ERC, Junts y también el Comú, suprimió del nomenclátor los últimos nombres franquistas. Eran Alcalde Montaña, Alcalde Sangenís, Carmel Fenech y Nadal Gaya, sustituidos por Virginia Woolf, Neus Català, Dolors Sistac y Elena Pàmies.
Asimismo retiró las últimas placas franquistas con el yugo y las flechas que todavía quedaban en una veintena de edificios. Estos cambios se sumaron a los que ya llevó a cabo el anterior gobierno socialista, que suprimió del callejero los nombres de Alcalde Recasens, Alcalde Areny, Germans Recasens y Sangenís Bertran por su vinculación con el régimen franquista, sustituyéndolos por los de Rosa Parks, Joana Raspall, Germanes Mirabal y Dolors “Lolín” Sabaté, respectivamente. El año pasado el ayuntamiento también retiró el escudo franquista que había en el parque de Gardeny.
“Siempre ha sido la plaza del Clot, todos la llaman así”
“Estamos muy felices, no podemos esperar a celebrarlo”. Así celebra Lídia Ruiz, histórica dirigente vecinal del barrio del Clot, el anuncio de que la Paeria cambiará el nombre de la plaza de la Constitució por Clot de les Granotes. Un rebautizo que impulsó la asociación de vecinos y que Ruiz asegura que no tiene ninguna motivación política, sino que es de sentido común. “Nadie conoce la plaza con el nombre de Constitució, siempre se ha llamado Clot de les Granotes porque es lo que históricamente había allí, que era un agujero en el que había agua y donde también había muchas ranas a las que se oía croar desde las casas, y algunas veces los niños jugaban en él con barquitos de papel”, destaca Ruiz.