URBANISMO VIVIENDA
Los okupas conflictivos de Alfred Perenya se van, pero dejan el bloque lleno de basura
El juez había autorizado el desahucio por insalubridad, aunque abandonaron el edificio voluntariamente || Postius advierte de multas de hasta 150.000 euros si los dueños no acondicionan el inmueble
Los okupas conflictivos que vivían en el número 92 de la calle Alfred Perenya abandonaron ayer el inmueble (después de negarse a hacerlo en otras ocasiones) y lo dejaron lleno de basura y en muy mal estado, con instalaciones destrozadas y quemadas. El juez había ordenado su desalojo después de que la Paeria interpusiera un contencioso-administrativo por falta de salubridad y así poder actuar, si fuera necesario, por la fuerza, lo que finalmente no hizo falta porque se marcharon por su cuenta. El bloque ha quedado lleno de basura, con el consiguiente hedor.
Hay ropa, comida, latas, muebles y puertas destrozados por los pisos así como parásitos, ratas y conexiones ilegales a la red eléctrica. Además, técnicos municipales constataron que el suministro de agua estaba cortado. Según la Paeria, los técnicos tardarán una semana en limpiarlo.
“Por fin ponemos punto y final a una situación peligrosa que conocimos en marzo y que se había de abordar de forma urgente ante el peligro de salud pública tanto para los okupas como para los vecinos colindantes, que también denunciaron en múltiples ocasiones conflictos que provocaban”, manifestó ayer el teniente de alcalde y edil de Urbanismo, Toni Postius. Dijo que en el inmueble, con cuatro pisos de personas físicas y otros cinco de la Sareb y de fondos de inversión, vivían siete personas.“Ahora tapiaremos la entrada y abriremos un expediente de disciplina urbanística en el que requeriremos a los propietarios que arreglen el edificio para que sea habitable”, explicó. Añadió que “si no hacen caso” se interpondrán multas coercitivas de 300 a 3.000 euros y que si se llega a una tercera sanción, será de hasta 150.000 euros.
Además, se les pasará la factura de la limpieza que está haciendo la Paeria de forma subsidiaria. Y es que Postius dejó claro que “no podemos tener inmuebles en estas condiciones en la ciudad”. Por ello, afirmó que si los propietarios desoyen los requerimientos y el acondicionamiento del inmueble supera un 50% el precio del edificio “se puede declarar en ruina económica y si los dueños no lo derriban, lo hará el ayuntamiento de forma subsidiaria”.