EQUIPAMIENTOS CENTRO HISTÓRICO
Adjudican las obras de derribo de la antigua comisaría de Sant Martí
En su lugar se habilitará una zona verde
Imagen de archivo de la antigua comisaría de la calle Sant Martí.
El ayuntamiento ha adjudicado las obras para derribar la antigua comisaría de la calle Sant Martí. Lo hará la empresa leridana B. Biosca, que ganó el concurso público, que salió en septiembre, al presentar la oferta económica más baja para demoler este histórico edificio, que lleva una década en desuso, por 46.981,75 euros IVA incluido.
El objetivo del equipo de gobierno es hacer allí una zona verde en el solar. No obstante, fuentes municipales confirmaron que, si bien se han adjudicado las obras de derribo, todavía no hay una fecha para llevarlo a cabo porque antes de la demolición se deben retirar unos cables eléctricos que hay en la zona “por lo que hasta que no se hayan sacado no sabremos cuándo podremos proceder a ejecutar estos trabajos, que querríamos que fuerse lo antes posible”. Hace tres años, el ayuntamiento llegó a un acuerdo con el Gobierno central para adquirir el edificio por 172.000 euros (la Paeria había previsto que le costaría 180.000) y entonces dijo que antes de decidir a qué destinarlo estudiaría su estado.
Este importe fue reducido en función de las dimensiones del inmueble y en comparación con los solares edificables en la zona porque ocupa una parcela calificada como zona verde en el planeamiento urbanístico. Después de analizar el estado del edificio, los técnicos municipales descartaron su rehabilitación por el elevado coste que supondría. Además, el inmueble ocupa una parcela calificada como zona verde en el planeamiento urbanístico vigente.
La antigua comisaría acogió los trámites del DNI hasta 2009. El ministerio del Interior la cerró definitivamente en octubre de 2011. Entre finales de 2015 y principios de 2016 fue okupada unos meses por un grupo de jóvenes.
Un año después, el ayuntamiento ordenó al ministerio del Interior hacer obras de reparación del edificio, como tapiar todos los accesos para evitar okupaciones y que proliferen plagas y apuntalar el techo para evitar filtraciones que podrían provocar derrumbes.
