Reclaman absolver a los acusados de los disturbios en la subdelegación

Unas 700 personas, según Mossos d’Esquadra y Guardia Urbana, se manifestaron ayer en Lleida para exigir la absolución para los once acusados por los disturbios que hubo ante la subdelegación del Gobierno central el 25 de marzo de 2018 a raíz de detención en Alemania de Carles Puigdemont. La convocatoria era a las 19.00 horas en el Rectorat de la UdL. Sobre las 19.30 se inició la marcha que bajó por Rambla d’Aragó, siguió por Blondel y discurrió por el Eix Comercial hasta la calle Democràcia para seguir por Rambla Ferran para finalizar ante la subdelegación.

Entre los asistentes estaba Laura Borràs, presidenta de Junts, y Jordi Turull, secretario general del partido de Puigdemont. La concentración finalizó a las 21.30 horas con los parlamentos. La madre de uno de los encausados aseguró que “serán juzgados por una imputación falsa y son los cabezas de turco. Los han criminalizado pero nos sentimos orgullos de ellos y estaremos siempre a su lado”. Añadió que “o los declaran inocentes o seremos todos unos delincuentes. Amnistía total”. Algunos de los concentrados lanzaron huevos contra la fachada de la subdelegación.

Los once encausados serán juzgados el miércoles y el jueves en la Audiencia. Se enfrentan a peticiones de condena que suman 58 años de prisión y 40.000 euros de multa por desórdenes públicos, atentado contra la autoridad y lesiones. Uno de ellos es Pablo Hasél. Precisamente, ayer denunciaron el trato vejatorio que habría sufrido el viernes Hasél cuando fue trasladado al hospital por un virus. Según afirmaron, Mossos querían estar presentes en la consulta sin retirarle las esposas.