Cuatro años atrapada en casa

Hace cuatro años que Regina Bosquet, una vecina de la Baixada de la Trinitat, necesita usar silla de ruedas y desde entonces cada vez que entra o sale de casa debe hacer lo mismo: esperar a que alguien le ayude a salvar las escaleras que rodean su portal. “Desde 2018 no puedo caminar por una enfermedad y ahora estoy perdiendo fuerza en los brazos y hay días en los que debo esperar hasta media hora para que alguien me ayude a bajar o subir las escaleras de la Baixada de la Trinitat para entrar a mi casa”, dice Bosquet con lágrimas en los ojos.

Precisamente, ayer tuvo que esperar a que una pareja de agentes de la Guardia Urbana y un ciudadano la ayudaran para poder bajar las escaleras y no entiende por qué cuando se reformó la calle no se instaló una rampa. “Con que solo hubiera una que me permitiera salvar los catorce escalones de la parte de abajo sería suficiente, pero llevo cuatro años reclamándola al ayuntamiento y no han hecho nada, me siento frustradae indignada, estoy literalmente atrapada en mi casa”, lamentó.

El ayuntamiento aseguró en 2020 que “no era viable” poner rampas en esa calle y ofreció a Bosquet irse a un piso social, pero lo rechazó “porque es mi casa y todas las calles deben ser accesibles”. Este diario intentó ayer contactar sin éxito con la Paeria para saber si le habían ofrecido otra alternativa.

Por su parte, el vicepresidente de la Associació de Paraplègics i Discapacitats Físics de Lleida (Aspid), Tom Montardit, reconoce que el caso de Bosquet “es sorprendente que no se haya solucionado después de tanto tiempo”, y opina que “lo mejor sería instalarle una plataforma móvil, ya que si se pone una rampa tendría demasiada pendiente”. No obstante, Montardit remarcó que “en Lleida y en buena parte de las capitales de comarca hay una accesibilidad correcta, pero eso no quiere decir que haya deficiencias graves, como en la calle Corts Catalanes, que es muy estrecha, así como la zona vieja de Pardinyes y Balàfia”. Por todo ello, Montardit concluyó que “está bien ampliar grandes vías, pero no debemos olvidar mejorar las calles secundarias, ya que los que vamos en silla de ruedas tenemos derecho a ir por ellas”.