CIENCIA CONVOCATORIA AGROHEALTH 2022
Agrotecnio e IRB investigan alimentos con ingredientes activos para reducir la obesidad
Es uno de los tres proyectos financiados con 45.000 euros cada uno aportados por los propios centros y por el departamento de Acción Climática || Se pondrán en marcha en diciembre y durarán dos años
Representantes del IRB, Agrotecnio, Acción Climática y algunas de las investigadoras.
Los centros de investigación Agrotecnio e IRBLleida iniciarán en diciembre tres proyectos conjuntos sobre agroalimentación y salud de dos años de duración, financiados cada uno con 45.000 euros de fondos de los propios centros y del departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural en el marco de la convocatoria AgroHealth 2022. Carmel Mòdol, secretario de Alimentación del Govern, destacó que es un ejemplo de “cómo tener en cuenta al sector primario en la investigación multidisciplinar, ya que este es la base de un modelo económico más sostenible”, y que de esta manera se puede mejorar las condiciones de vida. Uno de los proyectos es el “diseño de alimentos funcionales con ingredientes activos con potenciales propiedades antiobesidad”, dirigido por las investigadoras Gemma Bellí y Olga Martín.
Su objetivo es evaluar los efectos del consumo de principios activos de fibras dietéticas, probióticos y estructuras con b-carotenos en la modulación de la microbiota intestinal y los marcadores asociados a la obesidad. “Creemos que modulando intencionadamente la microbiota podemos reducir la obesidad. Lo haremos usando concentrados de fibra que se obtienen de subproductos de la elaboración de zumos y cremas, una combinación de bacterias y levaduras (probióticos) y también emulsiones, aceite y agua hechas con b-carotenos”, explicaron dos investigadoras del proyecto.
Primero analizarán los efectos en la microbiota en modelos de digestiones in vitro. Los que resulten más eficientes se configurarán como un suplemento nutricional que servirá para estudiar su efecto en ratas previamente engordadas. De este modo, esperan desarrollar alimentos funcionales que incorporen estos ingredientes y ayuden a reducir el riesgo de obesidad.
Plantearon la posibilidad de integrarlos en zumos, cremas y yogures y “veremos cómo varían las propiedades, la calidad del producto y qué cambio nutricional se produce”. “Con los resultados, las industrias agrícolas pueden tener alternativas para gestionar sus residuos y las alimentarias, tener acceso a ingredientes nuevos más competitivos en costes”, señalaron.
Probarán con cerdos un tratamiento para la anemia
Otro proyecto, dirigido por Maria Ángeles de la Torre y Gabriel de la Fuente, usará cerdos, por la similitud de sus procesos digestivos con los humanos, para tratar la anemia ferropénica que sufren tanto estos animales como las personas.
Probará en cerdos recién destetados diferentes cepas de levadura modificada genéticamente, que darán lugar a una base probiótica y una fuente biosostenible de hierro, y comparará sus efectos con el de las sales de hierro empleadas en la actualidad. El objetivo es mejorar el bienestar de la ganadería y lograr un modelo que reduzca la anemia en humanos. El tercer proyecto, dirigido por Inmaculada Viñas y José Serrano, desarrollará un método para la reducción de una micotoxina denominada patulina en el zumo de manzana.
