El acusado de abusar de una amiga en una casa rural de Lleida dice que "malinterpretó las señales"
La fiscalía solicita una pena de 7 años de prisión y la defensa, la absolución
El acusado de abusar sexualmente de una amiga en una casa rural de Lleida, en agosto de 2020, ha reconocido que le hizo tocamientos por encima de la ropa pero ha negado haber ido más allá. Ha dicho que flirtearon y que seguramente "malinterpretó" las señales porque iba drogado y bebido y pide perdón. La mujer ha declarado que se despertó de golpe al notar que el acusado le introducía los dedos en la vagina mientras dormía. Durante el juicio han declarado otras personas que estaban en la casa rural y han dicho que la mujer les explicó por la mañana qué había pasado. La fiscalía considera que los hechos han quedado probados y pide 7 años de prisión por abuso sexual agravado. La defensa pide la absolución en entender que existen dudas sobre las cuales pasó.
Según el ministerio público, el hombre aprovechó que la mujer estaba durmiendo para encamarse con ella y le hizo tocamientos por debajo de la ropa hasta introducirle los dedos en la vagina, sin su consentimiento. Tanto la fiscalía como la acusación particular consideran que los hechos han quedado probados porque la víctima ha mantenido un relato consistente en el tiempo y por la reacción que tuvo en aquel momento, explicando a los otros amigos qué había pasado y respondiendo que "los dedos no se meten sin querer".
La defensa, en cambio, niega este extremo, recuerda que no hay ningún informe médico, psicológico o forense que lo acredite, y pide que prevalezca la presunción de inocencia porque "es la palabra de uno contra el otro". Por todo eso pide la absolución del hombre y que, en caso de condena, se le imponga una pena de un año de prisión al aplicarle varios atenuantes, como intoxicación etílica, reparación del daño porque le ha pedido perdón en varias ocasiones y ha entregado al juzgado 6.000 euros para indemnizarla, dilaciones indebidas y reconocimiento de los hechos –de los tocamientos–.
A raíz de estos hechos, el hombre tiene una orden de alejamiento y comunicación con la mujer. En caso de condena, la fiscalía también pide que se impongan al acusado 6 años de libertad vigilada, que no se pueda acercar ni comunicar con la víctima durante 10 años y que la indemnice con 6.000 euros por daños morales. El ministerio público también pide que se le prohíba trabajar con menores durante 4 años más a la pena que se le imponga.