Artur Segarra, el asesino de un empresario de L'Albi en Tailandia, a juicio por una macroestafa

Artur Segarra, condenado a cadena perpetua en Tailandia por el secuestro y asesinato del empresario de L’Albi David Bernat, de 39 años, en 2016, es uno de los 17 procesados en una trama de abogados y notarios, entre otras profesiones, acusados de estafar a 128 personas, entre ellas ancianos y ciudadanos con problemas económicos, para apoderarse de sus viviendas, según avanzó ayer El Periódico. El juez lo considera uno de los principales líderes de la red de la llamada ‘Operación Cocoon’, uno de los mayores fraudes inmobiliarios cometidos en España. Otros es es el abogado y exmodelo Francisco Cómitre San Martín, para quien la fiscalía solicita 20 años y nueve meses de prisión.

En la actualidad, este letrado está siendo juzgado en la Audiencia de Barcelona por tráfico de droga y blanqueo de capitales en Badalona, por el que se le reclaman 16 años de prisión. Están acusados de los delitos de estafa agravada, blanqueo de capitales, organización criminal y deslealtad profesional. Actuaron entre 2009 y 2015 y captaban a clientes que no tenían conocimientos financieros y que pasaban por dificultades económicas, a los que presuntamente se les ocultaba que en realidad no iban a contratar una pensión vitalicia o un préstamo personal, sino que lo que firmarían sería la compraventa de su inmueble o vivienda.

El juez ha fijado una fianza de 15 millones para eventuales indemnizaciones destinadas a las 128 personas afectadas, con una víctima de esta red en Vielha. En cuanto a la situación de Artur Segarra, lo último que ha trascendido es que en agosto de 2020 el rey de Tailandia le conmutó la pena de muerte a la que fue condenado por el asesinato del empresario de L’Albi por la cadena perpetua, lo que allanaba su futura extradición a España. Segarra se encontraba entre los presos que se beneficiaron del perdón real con motivo del 68 cumpleaños del rey Vajiralongkorn.

El indulto de la pena capital y la imposición de la cadena perpetua abrió la puerta a que el reo, en prisión desde febrero de 2016, pudiera iniciar la solicitud de traslado a una cárcel española una vez cumpla al menos ocho años de encarcelamiento, de los que ya ha cumplido casi siete. Segarra confesó el crimen tras ser condenado en una carta para pedir clemencia al monarca y evitar su ejecución. Precisamente, y antes de ser detenido por el asesinato de Bernat, los Mossos d’Esquadra llevaban más de un año tras la pista de Segarra, que huyó a Tailandia por su implicación en una de las mayores redes de estafadores.