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URBANISMO VIVIENDA

La Paeria exige a dueños de un bloque insalubre 17.000 €

Por la limpieza y tapiado del número 92 de Alfred Perenya tras irse los okupas || Sareb y fondos de inversión, entre los titulares

El edificio está vacío y tapiado para evitar okupaciones.

El edificio está vacío y tapiado para evitar okupaciones.GERARD HOYAS

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El ayuntamiento ha reclamado a la comunidad de propietarios del número 92 de la calle Alfred Perenya 17.245,20 euros por limpiar y tapiar el edificio. Unos trabajos que el consistorio hizo después de que el pasado noviembre desalojara el bloque, que había sido okupado y estaba lleno de basuras y ratas y no tenía luz ni agua corriente. Finalmente, el juez ordenó desahuciarlo por insalubridad, pero sus ocupantes abandonaron antes el edificio de forma voluntaria.

Según informó el ayuntamiento, cuatro de las vivienda son titularidad de personas físicas, mientras que los otros cinco son propiedad de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) y varios fondos de inversión. La problemática con este bloque empezó en marzo de 2021, cuando la Guardia Urbana empezó a recibir múltiples quejas de vecinos de los edificios colindantes denunciando que estaba okupado, que habían “pinchado” la luz y el agua y los ruidos, peleas y actos incívicos se repetían día tras día. Otras comunidades de vecinos próximas también denunciaron que el edificio tenía unas condiciones de salubridad pésimas y que había basura acumulada en los patios interiores y algunas de sus viviendas.

A raíz de estas denuncias y tras constatar que la mayoría de los pisos o bien estaban okupados o vacíos, el ayuntamiento abrió un expediente sancionador a la comunidad de propietarios por el estado de insalubridad del bloque y por incumplir el deber de conservación del mismo. No obstante, en octubre el administrador de la comunidad solicitó a la Paeria que procediera a desalojar el edificio y tapiarlo para evitar futuras okupaciones. Finalmente, la Paeria ordenó el desalojo del bloque, y encargó a la empresa B.

Biosca limpiarlo por completo, actuando de forma subsidiaria. Las labores de limpieza se ejecutaron en noviembre tras comprobar que el edificio estaba vacío y ahora la Paeria reclama los costes de estos trabajos a la comunidad de propietarios.

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