La juez aplaza hasta el martes la decisión sobre los silos, mientras se retoma el derribo

Vecinos de Pardinyes se concentraron ayer de nuevo desde primera hora de la mañana para intentar frenar otra vez el derribo de los antiguos silos del Senpa, donde la Paeria impulsa la construcción de un albergue para temporeros, pero esta vez las máquinas retomaron la demolición. Los concentrados llevaban tomates para lanzarlos, pero se los requisaron. Alguno de lanzó pintura contra las máquinas, pero falló.

Y finalmente, volvieron a recurrir a los huevos, como el día anterior, pero los trabajos de demolición contiuaron y por la tarde ya habían tirado todo un lateral. Mientras, la juez al fin dictó una resolución sobre el interdicto que presentaron la organización de vecinos de Pardinyes (Orvepard), la Fundación Barri de Pardinyes y el colectivo ecologista Ipcena, en el que reclaman paralizar los trabajos. Sin embargo, en su respuesta no toma ninguna decisión al respecto, sino que otorga dos días de plazo para que las partes en conflicto aleguen las razones por las cuáles debe decidir la justicia civil y no el contencioso administrativo.

“Concede a las partes y al Ministerio Fiscal en plazo común de dos días para que manifiesten lo que consideren conveniente sobre la posible falta de competencia objetiva de este órgano judicial para conocer del asunto sometido a su decisión, por corresponder el conocimiento del mismo a los juzgados de lo Contencioso Administrativo”, indica el escrito.Estos dos días son hoy viernes y el lunes, de modo que la juez no comunicará la nueva resolución hasta el martes, según indicó el abogado de los vecinos.Esta situación cayó como un jarro de agua fría entre el colectivo que se opone al derribo de los silos y a la destrucción de los nidos de cigüeña de la cubierta. “Estamos muy indignados con la justicia y el ayuntamiento. La jueza sabe que una máquina puede derruir el edificio en dos días y no entendemos cómo e no ha pedido la medida cautelar (de paralizar los trabajos) para proteger nuestros derechos”, afirmó Joan Vázquez, portavoz de Ipcena.

“Se está torturando y exterminando a las cigueñas”, subrayó, auguró más acciones y replicó al alcalde que durante la concentración del miércoles “no amenazamos la integridad de los trabajadores”. Paco Castillo, de la fundación, incidió en que “defendemos los bienes del barrio y las cigüeñas” y consideró “aberrante lo que está pasando”. El presidente de Orvepard, Joan Torné, recordó que propusieron al ayuntamiento varios microalbergues por la ciudad “y no lo han querido negociar” y apuntó que el edificio de los silos “es emblemático para el barrio y derribarlo es una barbaridad”.

Algunos de los concentrados trasladaron después su protesta a la plaza Paeria, donde se manifestaron con pancartas mientras cuatro representantes fueron recibidos en el ayuntamiento.Por su parte, el grupo municipal del Comú cree que la polémica por el albergue es fruto de una “mezcla de miedo a la pobreza, dosis de racismo y voluntad partidista de aprovechar electoralmente estos miedos”. Asimismo, varias organizaciones y colectivos han convocado hoy a las 18.00 horas una concentración en Corregidor Escofet con Prat de la Riba con el lema “Prou excuses. Lleida a per totes! Aturem el racisme i l’aporofobia”.