La ciudad de Lleida tendrá un segundo crematorio por el auge de incineraciones

La ciudad de Lleida tendrá en breve un segundo crematorio para poder dar cobertura al auge de incineraciones de difuntos. Así lo confirmó ayer el gerente de la funeraria La Lleidatana de la capital del Segrià, Vicens Vicente, titular del único crematorio de toda la provincia, situado en el cementerio municipal de Lleida.

Afirmó que se trata de un proyecto “inmediato”, aunque no precisó en qué zona de Lleida se ubicará y cuándo podrá entrar en servicio. En todo caso, indicó que el nuevo equipamiento no estará en el camposanto y subrayó que disponer de otro crematorio es “imprescindible”. Vicente remarcó que la demanda de incineraciones de difuntos se ha disparado exponencialmente, sobre todo a raíz de la pandemia de Covid, y reconoció que esta situación provoca que actualmente la demora para una cremación sea de alrededor de una semana, pese a que han ampliado el horario de funcionamiento del servicio.

Explicó que el crematorio actual dispone de dos hornos, pero solo una sala de introducción (donde las familias pueden contemplar el inicio del procedimiento, si lo desean), y detalló que está operativo de seis de la mañana a diez de la noche, a razón de tres turnos diarios. El gerente de La Lleidatana señaló que nuevo crematorio dispondrá de 2 o 3 salas de introducción para poder llevar a cabo incineraciones de forma simultánea garantizando la privacidad de las familias. En la ciudad de Lleida, casi un 40% de los difuntos son incinerados.

En concreto, un 39,45% en 2021 (664 cremaciones frente a 1.019 inhumaciones) y hasta octubre de 2022 ya eran un 36,68%. En el conjunto de la provincia el porcentaje es menor, de un 25%, pero ha crecido en cuatro puntos desde 2019, según la patronal catalana del sector, Asfuncat (Asociación de Empresas de Servicios Funerarios de Catalunya).

Un único equipamiento para atender a toda la provincia

El crematorio de la capital es el único de toda la provincia y entró en servicio el 24 de septiembre de 1999, hace casi un cuarto de siglo. Desde entonces, la demanda de incineraciones de difuntos por parte de las familias no ha hecho más que crecer y una década después del estreno del equipamiento ya representaban el 26,3% del total de sepelios, cifra que ahora roza el 40%. En Bellpuig está previsto habilitar un horno crematorio promovido por Gestió i Serveis Funeraris cuando estén listos los trámites urbanísticos, después de que el ayuntamiento convocara una consulta ciudadana para decidir si permitía su construcción y ganara el ‘sí’ con un 58% de los votos. Asimismo, Serveis Funeraris El Segre planea también habilitar un crematorio en Balaguer.

El auge de las incineraciones está comportando, además, un incremento de demanda de columbarios (nichos para guardar las urnas con las cenizas). Por ejemplo, el cementerio de Lleida capital ganará unos trescientos entre los habilitados el año pasado y los previstos para este, y también se han puesto en servicio más de mil en la parroquia de Sant Pere.