ESNOTICIA
Medida judicial para 37 menores por delitos sexuales en 2022 en Lleida
Piden más educación sexual en colegios y familias ante el acceso de niños al porno
Un total de 37 adolescentes tuvieron algún tipo medida judicial durante el año pasado en las comarcas leridanas por delitos contra la libertad sexual. El aumento de los casos ha abierto el debate sobre las posibles causas, y los expertos ponen el foco en la 'desinformación' sobre sexualidad siendo internet la única fuente de aprendizaje.
Un total de 37 menores y jóvenes cumplieron el año pasado algún tipo de medida judicial en las comarcas leridanas al estar implicados en delitos contra la libertad sexual.
Según los datos del departamento de Justicia, siete de estos menores pasaron por un centro de internamiento mientras que una treintena cumplió medidas en medio abierto, lo que incluye, entre otros, la libertad vigilada y programas de educación social. Algunos de estos 30 menores que el año pasado cumplían la medida penal en medio abierto podrían haber pasado un año antes por algún centro. Según la última memoria de la Fiscalía de Lleida, en 2021 se abrieron diez diligencias a menores por delitos contra la libertad sexual, nueve por abuso y uno, por agresión, frente a los 7 casos judiciales de 2020 y casi el doble que hace una década.
En el conjunto del Estado, la Fiscalía General del Estado apuntaba que se habían triplicado los delitos de abusos entre menores en la última década y apuntaba a diferentes causas. Entre ellas, el aumento de la exposición a la pornografía, cada vez a edades más tempranas (ver desglose). Expertos consultados por SEGRE reclaman una mejor educación tanto en los colegios como en el seno de las familias para “guiar” a los adolescentes en la búsqueda de información sobre la sexualidad y evitar que internet y las redes sociales sean su única fuente de aprendizaje.
Al respecto, Noèlia Serveto, psicóloga y sexóloga clínica del Centre PsiCo Lleida, apunta a que las principales fuentes a través de las cuales reciben información sobre sexualidad los adolescentes son de las amistades e internet, por lo que considera que los padres deben ser clave para que no acaben recurriendo a buscarla solo y solos en el entorno digital. “La educación integral en sexualidad no debería dejarse solo en manos de los centros educativos sino que padres y madres tienen un papel crucial en el desarrollo de la salud sexual de sus hijos”, apunta. “Deben ser parte activa para saber qué información es la que buscan y enseñarles a buscar adecuadamente para encontrar aquello que quieran en webs que contengan un contenido adecuado”, apunta.
Sobre la exposición de los menores a la pornografía, Serveto señala que internet es la puerta de acceso para muchos adolescentes en la búsqueda de información sobre sexualidad. “Esto ha hecho que el acceso al material pornográfico sea excepcionalmente fácil y tentador pero también pueden ser expuestos a contenido sexual en línea no deseado en edades muy tempranas”, afirma. Un contenido inadecuado al que también se exponen a través de películas y músicas, alerta la psicóloga, que considera que puede dar una versión “distorsionada” sobre lo que son las relaciones sexuales y la sexualidad.
A la pregunta de si está relacionado este consumo de pornografía a la posibilidad de convertirse en agresores sexuales, Serveto apunta a que sí. “Una educación sexual integral beneficiará en la toma de decisiones más responsables, permite erradicar creencias erróneas y mitos, y también repercute en una iniciación más tardía en las relaciones sexuales, a la vez de combatir la violencia de género”, destaca. Por su parte, Vanessa Rodríguez, psicóloga, educadora sexual y profesora de la UOC, señala que diferentes estudios hacen referencia a que más de la mitad de los menores han visto contenido pornográfico en la red y que esta tendencia va en aumento.
“Necesitan del acompañamiento adulto para poder obtener una visión crítica ante la pornografía y entender que se hallan ante una ficción”, remarca. En cuanto a la educación, Rodríguez también ve imprescindible la implicación de los padres. “No se trata de saberlo todo, sino de escuchar a nuestras hijas e hijos, de abrir vías de comunicación y de estar dispuestos a aprender de forma conjunta”, opina.
En esta misma línea se expresa Marta Serra, docente del instituto Josep Lladonosa de Lleida, quien destaca la importancia de generar espacios de reflexión tanto en casa como en la escuela. “Debería haber un compromiso social con la educación sexual. No solo enseñan los profesores, también las familias y los propios adolescentes tienen muchas cosas que aportar en este diálogo”, opina Serra, al mismo tiempo que apunta que “en determinados contextos el sexo sigue siendo un tema tabú”.
La Fiscalía, preocupada por el aumento de casos en la última década
Los delitos sexuales entre menores están en aumento y los agresores, pero también las víctimas, tienen edades cada vez más tempranas. Es lo que opina el fiscal de sala coordinador de menores, Eduardo Esteban, quien expresa su preocupación y alerta del impacto que tiene en esas conductas el acceso ilimitado a redes sociales y a la pornografía. En 2021 se incoaron 2.625 procedimientos por delitos contra la libertad sexual con menores implicados, lo que supone el doble que hace diez años.
Al respecto, el fiscal general del Estado, Álvaro García, llama a reflexionar a la sociedad. Hubo 439 menores condenados por este tipo de abusos y agresiones, un 12,6% más que un año antes y un 5,5% más que en 2019. Los fiscales alertan, “sin incurrir en moralismo alguno”, de la “despreocupación y banalidad con que se afrontan las relaciones sexuales entre adolescentes”, de “comportamientos altamente sexualizados a edades muy tempranas” asociado a un acceso precoz a la pornografía desde “edades impúberes”.
Lamentaba la Fiscalía que no existan protocolos para impedir el acceso de los menores a páginas web pornográficas. “Ese aprendizaje desviado puede estar contribuyendo al aumento también de delitos sexuales incestuosos”, que se producen en el seno del núcleo familiar. Asimismo, señalan que cada vez se registran más agresiones de menores de 14 años, que se tienen que archivar porque son inimputables.
En la Memoria, reconoce además que la investigación de estos delitos no es fácil y que no son infrecuentes las sentencias absolutorias por falta de pruebas o por la concurrencia de un “consumo desinhibido de alcohol y sustancias que hace difícil establecer el límite del consentimiento”.