ENTREVISTA POLÍTICA
Cuca Gamarra: «Hay catalanes a los que se impide estudiar en castellano»
Cuca Gamarra, secretaria general del PP y portavoz de su grupo en el congreso de los diputados
El PP pide cambiar la ley del ‘solo sí es sí’ por la rebaja de penas. Esta ley se basa en que la falta de consentimiento es lo que marca el delito de agresión sexual, no el grado de violencia. ¿Cree que esto se debería mantener o también habría que cambiarlo? El problema está en haber bajado la graduación de penas a agresores sexuales, lo que ha llevado a revisar a la baja más de 374 sentencias. Ya lo advertimos, y ahora pedimos responsabilidades políticas, pero sobre todo una rectificación urgente para que ningún agresor sexual se pueda acoger a un Código Penal más beneficioso para él.
Pero al margen de las penas, ¿hay que mantener la falta de consentimiento como clave del delito? El consentimiento ya estaba en el Código Penal. Hemos presentado una proposición de ley y a lo que nos referimos exclusivamente es a la modificación de la graduación de las penas, es lo único que hay que modificar.
¿Los jueces no hubieran podido interpretar la ley de otra forma? No. Los jueces aplican la ley que aprueba el Parlamento. El problema está en la ley, y lo que no se puede hacer es mantener la soberbia de no rectificarla y no asumir responsabilidades políticas por algo que está escandalizando a la sociedad española y que el propio Gobierno reconoce que ha creado alarma social.
En Lleida ciudad y en la provincia el PP tiene muy poca representación en los ayuntamientos. ¿A qué lo atribuye y cuál es el objetivo en las próximas municipales? Desde las últimas municipales, que no fueron buenas para el PP, hemos trabajado en la política de la cercanía, que si alguien la representa es Xavi Palau. El PP está para escuchar las preocupaciones de los vecinos y aportar soluciones. Es un trabajo que esperemos dé frutos en mayo para poder ser decisivos.
Son el partido con menos diputados en el Parlament. ¿Es Catalunya el talón de Aquiles del PP? Estamos haciendo un gran esfuerzo para estar con la sociedad catalana, escuchando y aportando soluciones. Venimos de una fragmentación del centro-derecha y trabajamos para reagruparlo en torno al PP, para que el constitucionalismo tenga una voz firme en Catalunya.
Pero en las últimas autonómicas Cs se hundió y los que subieron fueron PSC y Vox, no el PP. Porque el voto útil del constitucionalismo se agrupó en torno al PSC. Pero el camino recorrido por Salvador Illa, que lejos de defender el constitucionalismo es la muleta del independentismo, hará que las cosas cambien.
Usted dice que los socialistas engañaron a los electores en Catalunya y en España. ¿Es posible engañar a tanta gente? En las generales, Pedro Sánchez decía que iba a tipificar el delito de referéndum ilegal y que haría un estado de derecho fuerte en la defensa del orden constitucional. A la hora de la verdad es lo contrario. Hay una mentira que quiebra la confianza, porque no le votaron para ello. En las autonómicas, Illa apeló al voto útil para frenar al independentismo, y está claro es que ha engañado. Hay un interés mutuo para garantizar que Sánchez esté en la Moncloa y los independentistas, en la Generalitat.
Sánchez dice que con su política y con medidas como los indultos se ha acabado el ‘procés’. Está claro que no comparte nada de ello. No, porque escucho a los independentistas decirle a Sánchez en el Congreso: “el procés no ha terminado, lo volveremos a hacer y ahora lo tenemos más fácil”. Eso desmonta lo que Sánchez quiere hacernos creer.
Pero hay una división del independentismo. Desde su punto de vista, ¿no lo considera positivo? No sé si es positivo o negativo, pero debe haber una alternativa, porque una parte de la sociedad catalana es constitucionalista y el Gobierno la ha abandonado. Cuando se habla de desjudicializar la política, se trata de la entrega del Código Penal a los que lo quebrantan y rompen el principio básico en democracia de la igualdad de todos ante la ley y el sometimiento de todos a ella. No sé si divide al independentismo, pero rompe algo mucho más importante que es el principio de igualdad de todos los españoles ante la ley.
¿Ratifica que si gobiernan revertirán la reforma de los delitos de sedición y malversación? Sin duda, porque una democracia necesita ser fuerte y eso tiene mucho que ver con la protección del orden constitucional a través del Código Penal.
¿Opina que la vía judicial es la única para acabar con el ‘procés’? La vía judicial es la aplicación del estado de derecho a aquél que quebranta el marco y las reglas de la convivencia.
Pero también puede usarse la vía política para cambiar el marco. La negociación para cambiar el Código Penal para beneficiar a personas concretas porque te lo exigen a cambio de un apoyo político no es defender el interés general, sino el particular.
Veo que no cree que Sánchez lo haya modificado por iniciativa propia, sino por estar sometido al independentismo. Así es, la misma noche que se aprobaron los Presupuestos comenzó la tramitación de la reforma del Código Penal a petición de los independentistas, y fueron estos los que desde la tribuna decían a los socialistas: “esto es parte del pago del apoyo a los Presupuestos”.
En Catalunya aún hay unas 500 personas pendientes de juicio por el 1-0 .¿Deben seguir adelante todas las causas? Hay que respetar el estado de derecho y dejar que funcione, no hay que manipularlo para beneficiar a personas concretas. El poder ejecutivo y legislativo no deben interferir en que el judicial haga su trabajo en este caso.
A veces, ¿no interfiere el poder judicial en el político? No, porque el poder judicial solo juzga conductas constitutivas de delito, Si se ha cometido un delito condena, sino, no. Y lo hace en base al criterio clave: la igualdad de los españoles ante la ley, seamos políticos o no, estemos en el poder o no. Romperlo quiebra la convivencia.
¿Considera que el castellano está perseguido en Catalunya? Hay una realidad: hay catalanes que están viendo vulnerados sus derechos lingüísticos y no pueden estudiar en una de sus lenguas, hay sentencias que lo dicen. Los ven vulnerados porque alguien los vulnera y está persiguiendo el uso del castellano y estudiar en castellano. Mi planteamiento es que se puede amar a España en catalán y se debe poder hablar castellano en Catalunya con normalidad.