AGRICULTURA EXPLOTACIONES
L'Horta, cada vez menos agraria
L’Horta de Lleida pierde agricultores. Sus más de 19.000 hectáreas están repartidas en un gran número de parcelas, de forma que la mayoría de explotaciones son pequeñas y, por ello, difíciles de mantener. La disminución de los precios que los payeses reciben por su producción y el aumento de costes derivado de la inflación provocan que cada vez se necesiten más kilos de fruta (principal cultivo) para subsistir.
Así lo destacan buena parte de los galardonados con los Premis Horta de la Paeria desde 2017, cuando tuvo lugar su primera edición. En los siete certámenes celebrados ha habido un total de catorce premiados, además de la mención a proyectos liderados por mujeres que se otorga cada año. “La globalización ha provocado que hayamos pasado de necesitar tres a quince hectáreas”, explica Joan Antoni Boldú, presidente de la Junta de Sequiatge.
Además, muchos agricultores no encuentran relevo generacional para seguir su profesión. “Tengo tres hijos que han estudiado y no quieren continuar el negocio familiar”, indica Antoni Chico, vecino y agricultor de l’Horta. Ante esta situación, la opción más viable que los payeses encuentran es el arrendamiento a terceros o la búsqueda de modelos alternativos para diversificar su producción y poder diferenciarse.
“Mi partida la llevan tres empresas porque no encuentro relevo, lo que supone una marcha atrás de la payesía familiar”, expone Francesc Roselló, galardonado en la última edición de los premios.Con una Horta cada vez menos agraria, un número creciente de personas llegan de la ciudad para vivir en las diferentes partidas. “Deberían ser un poco más tolerantes con nuestra profesión”, comenta la agricultora Anna Aragonès en relación con los conflictos que varios vecinos indican que tienen por los ruidos y malos olores propios de la actividad agraria. En cambio, Mario Cañadell asegura que no ha tenido problemas con los residentes en los 34 años que ha sido sequier en l’Horta.
Pocas ciudades pueden presumir del privilegio de estar envueltas de un cinturón verde tan extenso como l’Horta de Lleida. “En España solo se puede encontrar un ejemplo comparable en Valencia”, señala Joan Pifarré, galardonado el año pasado. La mayoría de vecinos coinciden en señalar que sus fincas se han visto amenazadas por las líneas eléctricas de alta tensión que se han instalado en los últimos años.
Expresan también su preocupación por el impacto que tendrá el futuro polígono de Torreblanca. “Por una parte lo entiendo, porque las ciudades tienen que crecer hacia el exterior. No me opongo a la prosperidad, pero se tendría que buscar la manera de no perjudicarnos”, valora Dolors Comes, presidenta de la asociación de vecinos de la partida de Grenyana.
“La localización de Torreblanca sería ideal unos 20 kilómetros al este, donde las tierras no son tan fértiles”, añade Josep Valls, vecino y agricultor de l’Horta. Los vecinos también muestran preocupación por el creciente número de robos que han vivido en los últimos meses, y demandan más presencia policial. “El pasado 26 de diciembre nos rompieron las puertas y robaron material agrícola”, explica Jordi Garreta, uno de los pocos productores de fruta ecológica en l’Horta.
La única productora de aceite de oliva
Dolors Sansa es la única mujer productora de aceite de oliva virgen de l’Horta. En 2009 apostó por reemplazar los frutales de su finca en Les Torres de Sanui por olivos. Su primera producción fue de 500 litros, que vendió a familia y amigos.
Poco a poco amplió su red de contactos, y en tres años consiguió vender los 6.000 litros que es capaz de producir cada año. También elabora productos derivados de su aceite como mermelada, bombones y jabones.
Laberinto didáctico y visitas agroculturales
Bajo el concepto de la agrocultura, la familia Pifarré abrió su granja al público en 2021.
Con el objetivo de acercar el mundo rural a cualquier persona, ofrecen visitas experienciales a su antigua torre y a los diferentes espacios de su granja, donde hacen diferentes talleres y actividades. Entre ellas, un laberinto didáctico de trigo. En 2022 recibieron más de 5.000 visitas, sobre todo de escuelas tanto de Lleida como de pueblos y ciudades de la provincia.
Verduras minoritarias para los brasileños
Josep Valls ganó el último Premi Horta a la innovación gracias a la actividad de Hortivalls, su empresa familiar. Se dedica a cultivar verduras para las comunidades brasileña y magrebí. Algunos de sus cultivos son el jiló (una mezcla entre tomate y berenjena), el maxixe (una variedad pequeña de pepino) y el couve (la col originaria de Brasil).
Son un éxito para sus más de 50 clientes, pero “aquí no estamos acostumbrados al picante y no gustan tanto”.