SANIDAD NORMATIVA
Fin a 1.010 días con mascarillas
Primer día de aplicación de la medida en el transporte público || La mayoría de usuarios y conductores celebran la decisión, aunque hay opiniones dispares
Las mascarillas ya no son obligatorias en el transporte público. La medida tomada por el gobierno central se aprobó ayer en el último Consejo de Ministros y entra en vigor hoy tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE). La ministra de Sanidad, Carolina Darias, definió ayer la reforma como “un paso más en la respuesta” a la pandemia, que se encuentra “en una situación de enorme estabilidad”.
A partir de hoy, las mascarillas solo seguirán siendo necesarias en los centros y servicios sanitarios, así como en farmacias y residencias, donde serán obligatorias para los trabajadores siempre que estén en contacto con residentes y para los visitantes cuando se encuentren en zonas compartidas.La mayoría de usuarios y conductores de los autobuses de Lleida celebran que desde hoy no estén obligados a llevar mascarilla. “Ya era hora, no estamos en China”, opina Taib, conductor de la línea de Lleida a La Granja d’Escarp. Aun así, algunos tienen opiniones dispares.
“Yo la continuaré llevando siempre porque ya tengo una edad y considero que es una protección necesaria, tanto para el coronavirus como para otras infecciones respiratorias como la gripe”, indica una usuaria. “Los autobuses son espacios pequeños que se suelen llenar de personas, y algunas tosen mucho y no llevan la mascarilla bien puesta. Ya me he acostumbrado a llevarla y creo que se debería quedar en el transporte público”, añade.
La mascarilla continúa siendo recomendable para las personas que presentan síntomas compatibles con el coronavirus, la gripe, el catarro y otras infecciones respiratorias. También para las mujeres embarazadas, las personas de edad avanzada y las que tienen enfermedades cardiovasculares, cáncer o inmunodepresión.La retirada de las mascarillas en los transportes se produce 1.010 días después de su entrada en vigor, casi un año después de que su uso dejase de ser obligatorio en el exterior (desde el 10 de febrero) y unos meses más tarde de que ya no se utilice en interiores (desde el 20 de abril). España deja de ser así el único país de Europa que obligaba a su uso en los transportes públicos.