MOVILIDAD TRÁFICO
Aprendiendo en clase a ir en patinete
Usuarios de estos vehículos de entre 18 y 25 años enseñan en escuelas e institutos las normas de circulación, características y riesgos || Ayer tuvo lugar la primera sesión en el colegio Episcopal
El colegio Episcopal acogió ayer el primer taller de seguridad vial sobre patinetes eléctricos, un proyecto impulsado por el ayuntamiento con el que usuarios de este transporte de entre 18 y 25 años enseñan a los alumnos de los colegios e institutos de Lleida cómo y por dónde deben ir con estos vehículos. Esta iniciativa, pionera en Catalunya, arrancó en diciembre con la formación de los jóvenes que imparten los talleres. Los destinatarios de la primera sesión fueron los alumnos del grado medio de Dependencia de las Personas del Episcopal, duró una hora y combinó formación teórica con práctica.
Los dos profesores fueron Jordi y Esther y su primera pregunta a los alumnos fue: “¿Quién tiene un patinete eléctrico?” Solo dos de once respondieron afirmativamente, aunque la mayoría reconocieron haberlo utilizado al menos una vez. A partir de este punto los profesores, utilizando lenguaje moderno y un PowerPoint con imágenes, dialogaron con ellos para saber si conocen las normas de circulación de los patinetes. “En general sabéis lo básico para circular, pero nuestro consejo es que, ante la duda, uséis el sentido común”, destacó Jordi, poniendo como ejemplo que “si voy en patinete y quiero ir a la calle Major a media tarde, me tendré que bajar para no atropellar al resto de peatones y porque está prohibido circular por el Eix de 9.00 a 21.00 horas”.
Una lógica evidente, “pero que muchas veces brilla por su ausencia”, remarcan Jordi y Esther, la otra profesora. Una vez repasadas las características de los patinetes, tipos de calles (convencional, residencial y peatonal) y restricciones a la circulación de estos vehículos, se pasa a la práctica. Consta de dos ejercicios en que los alumnos “simulan” ser peatones, patinetes o coches.
En el primero, el grupo de peatones podía golpear al de los patinetes con un corcho si estos incumplían la distancia de seguridad, que es de un metro. En cambio, el segundo tenía como meta mostrar que cuando los patinetes pueden ir por la calzada deben ocupar el centro del carril y no el lateral derecho del mismo. Para ello, un grupo de alumnos con aros simulaban ser coches aparcados, mientras que otro grupo de patinetes elegía mediante tarjetas al azar si circular por el centro o el lateral del carril.
Si iban por el lado, los que hacían de coche golpeaban a los usuarios de patinete. “Mejor aprender así que con un accidente ”, concluyó un alumno tras recibir un golpe de corcho.