CONDICIONES LABORALES RESIDENCIAS
Empleados de dos geriátricos públicos de Lleida denuncian que no llegan ni a mileuristas
Protestan por la precariedad y porque GSS no atiende sus necesidades || Ven irregular que el personal esté dividido en dos convenios y que a la mayoría se le aplique el que tiene peores condiciones
Una cuarentena de trabajadores de las residencias Balàfia 1 y 2 y representantes sindicales de la Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO) se concentraron ayer en la puerta del geriátrico Balàfia 1 para exigir mejoras laborales y reprochar el “menosprecio” de la empresa pública que los gestiona, Gestió de Serveis Sanitaris (GSS). Denuncian la irregularidad que supone que estén regidos por dos convenios: el del SISCAT, que corresponde al hospital Santa Maria y a los otros centros concertados de Catalunya; y el Gercat, que se aplica a los geriátricos con al menos el 60% de sus plazas concertadas con la Generalitat. Las protestas radican en las diferencias laborales (la jornada del Gercat es 150 horas anuales mayor que la del SISCAT) y salariales (sobre todo para el personal técnico) entre ambos.
“No somos trabajadores de segunda, sino profesionales de primera”, clamaron al unísono. De los más de 120 trabajadores en los dos centros, a 6 enfermeras (llegadas del Santa Maria) se les aplica el convenio del SISCAT, mientras que el resto están regidos por el del Gercat. “Hacemos el mismo trabajo, trabajamos codo con codo”, aseguró Helena Motos, responsable de sanidad de CCOO Lleida.
También censuran la alta rotación en las plantillas y la proliferación de contratos a tiempo parcial, que muchos no superan la media jornada. “Somos trabajadoras pobres, los sueldos netos a jornada completa sin antigüedad no llegan a los 1.000 euros”, indicó Bea Bonilla, secretaria general de UGT Lleida. Además, aseguran sufrir una falta generalizada de personal.
El comité de empresa presentó una propuesta a GSS en diciembre en la que proponían subir los salarios un 4%, que los sábados se consideren como festivos y aumentar 5€ su complemento salarial, además de recibir suplementos por carrera profesional y recortar la jornada de 1.792 horas anuales. La empresa pública no les ha dado respuesta para iniciar una negociación. Ayer, GSS declinó explicar su postura a este diario.
Un empleado de Balàfia 1 explica que, aunque su jornada es del 50%, le suelen pedir excedencias por emergencias. “Te pueden llamar para ir el mismo día, pero no tenemos un pago por disponibilidad. Podemos decir que no, pero seguramente no volverían a llamar”, asegura. “Falta personal en las horas punta, como durante las comidas o a la hora de levantar a los usuarios”, concluye.
“En el turno de noche solo hay una gerocultora para 32 usuarios” Marina Alecsandroiui, presidenta del comité de empresa de Balàfia 1 y 2, lleva 14 años como enfermera en Balàfia 1. Asegura que hay una falta de personal especialmente agravada por las noches, cuando “solo queda una gerocultora por planta. Es decir, una trabajadora pendiente de 32 ancianos”, indica. “Hemos podido volver a la normalidad de antes de la pandemia, pero las condiciones salariales siguen siendo muy precarias”, añade. “Sabemos que no se puede aplicar el convenio SISCAT a todo el personal, y tampoco el Gercat. Por eso pedimos un convenio propio y digno”, concluye.