ESNOTICIA
“Gracias a la alta velocidad hemos podido continuar viviendo en Lleida”
Usuarios habituales dicen que sin el Avant no podrían hacerlo || No obstante, afirman que el servicio empeora cada vez más
La llegada de la alta velocidad ferroviaria a Barcelona supuso un cambio radical en la vida de muchos leridanos que trabajaban en la Ciudad Condal, ya que les permitió residir en Lleida e ir y volver del trabajo cada día haciendo uso de este servicio, especialmente con los trenes Avant. Asimismo, hay otras personas que hacen lo contrario: residen en Barcelona y trabajan en Lleida. Carles Feixa, Mar Tapia y Conxita Font son tres de los usuarios que cada día cogen el Avant a primera hora de la mañana en Lleida para ir a trabajar a Barcelona y vuelven por la tarde.
“Vivo en Lleida gracias a la alta velocidad”, sentencia Tapia, ya que “antes estaba en Barcelona, pero a mi pareja le ofrecieron venir a trabajar a Lleida y aceptamos porque teníamos el AVE y el Avant”. Por su parte, Font fue una de las leridanas que “estrenó” el Avant, ya que “cogí el primer tren que salió en abril de 2008 y desde entonces lo he utilizado cada día”. Los tres constatan que la conexión Lleida-Barcelona les ha beneficiado a nivel de movilidad laboral, pero indican que “desde que se inauguró en 2008 la calidad del servicio no ha hecho más que empeorar”.
Tapia manifiesta que “al principio los trenes eran comodísimos, puntuales y asequibles, pero poco a poco fueron encareciendo los abonos, luego cambiaron los trenes por otros más viejos y que vibraban y más tarde han quitado frecuencias, hasta el trato del personal ha empeorado, ha sido una degradación progresiva y constante”. Font comparte su opinión, y dice que “el servicio empezó muy bien, pero luego todos los cambios que han hecho han sido a peor, y lo peor de todo es que no escuchan las quejas de los usuarios”. Es por ello que varios usuarios habituales del Avant Lleida-Barcelona decidieron unirse para ejercer presión y reclamar la recuperación de las frecuencias de antes de la pandemia y reducir precios, entre otras demandas.
En este sentido, Feixa dice que “los Avant con Barcelona se concibieron inicialmente para que hubiera una conexión cada hora, pero la realidad es muy diferente y vemos que van quitando frecuencias, llegando al punto de que durante el mediodía o la tarde no hay ningún AVE o Avant hacia Barcelona durante varias horas”. Feixa también critica “la nula voluntad de Renfe de querer escuchar nuestras propuestas, que quiero remarcar que son para mejorar el servicio del cual nosotros hacemos uso cada día y conocemos mejor que nadie”. Una reflexión que Tapia suscribe y a la que añade que “sin la alta velocidad no podríamos vivir, dependemos de ella”.