La reivindicación feminista vuelve a tomar las calles de Lleida con motivo del 8-M
Unas 800 personas participan en la manifestación convocada por la Marea Lila y une 700 en la convocada por la Coordinadora 8M
La reivindicación feminista y por la igualdad de derechos entre los hombres y las mujeres ha tomado nuevamente las calles de Lleida con motivo del 8-M, Día Internacional de las Mujeres. Una marcha convocada por la Marea Lila ha reunido a unas 800 personas que han salido a las seis de la tarde de la plaza Ricard Viñes en dirección a la plaza Sant Joan. La marcha ha transcurrido sin incidentes, con un ambiente festivo y con amplia presencia femenina. En paralelo se ha realizado otra manifestación que ha salido de la plaza del 8 de marzo, convocada por la Coordinadora 8M de Lleida y ha reunido a unas 700 personas, según la Guardia Urbana.
La portavoz de la Marea Lila, Maria Lloza, ha explicado que el mensaje que han querido enviar a la sociedad es el de la reivindicación de la igualdad salarial y el “fuego al patriarcado” por la precarización que viven las mujeres a nivel laboral. Lloza también ha recordado que las reivindicaciones feministas son muchas y por eso cada año focalizan la protesta hacia un ámbito concreto.
La manifestación ha transcurrido sin incidentes por diferentes calles de la ciudad como la Rambla d'Aragó, la Avinguda Catalunya y la Avinguda Madrid. La marcha ha vivido un ambiente festivo y la presencia femenina ha sido mayoritaria.
En la plaza Sant Joan se ha hecho la lectura del manifiesto que ha puesto énfasis en la necesidad de reivindicar, un año más, los feminismos, a la vez que se ha hecho un llamamiento a la organización y movilización social para destruir la estructura patriarcal que somete a las mujeres a unas "condiciones de precariedad donde|dónde la vida y la dignidad no son posibles".
El texto también ha destacado que la lucha es para eliminar estereotipos, la discriminación laboral y salarial, contra la violencia machista, pero sobre todo para construir un cambio de paradigma que ponga la vida y las personas en el centro. Así, se ha apuntado a motivos como la crisis económica desencadenada por la pandemia de la covid-19, con un empeoramiento de las condiciones de vida que normalmente sufren de manera más acentuada las mujeres.