Adiós a la vieja comisaría de Sant Martí

La antigua comisaría de la Policía Nacional de la calle Sant Martí comienza a ser historia. Ayer una excavadora de la empresa BBiosca inició el derribo del edificio, que estaba en desuso y en estado de abandono desde 2011, y que dará paso a una plaza con zona verde, tal como ya estaba previsto el planeamiento municipal de 1995. El alcalde, Miquel Pueyo, recordó que la Paeria compró el inmueble al Estado por 171.778 euros con el objetivo de disponer de un espacio para “esponjar el Centro Histórico y ofrecer servicios”.

En este sentido, explicó que colectivos del barrio como el Orfeó y el Centre d’Art La Panera han expresado la necesidad de poder usar esta zona, por lo que se podría habilitar un “pequeño anfiteatro”, al estilo del de los Camps Elisis. En todo caso, dijo que se coordinarán con la Generalitat, que prevé construir un edificio único para sus dependencias en el solar del antiguo Magisterio, para dar respuesta a las necesidades planteadas. Al respecto, el primer teniente de alcalde y responsable de Urbanismo, Toni Postius, dijo que ya están trabajando con la Generalitat y los colectivos para “ordenar todo esta zona de forma unificada con el antiguo Magisterio”.

Postius remarcó que el derribo de la vieja comisaría permitirá “limpiar un espacio que estaba en avanzado estado de degradación y que había tenido problemas de okupación y plagas”.

Muralla medieval

El edificio data de los años sesenta del siglo pasado y tiene 1.567 metros cuadrados de superficie construida. La demolición tiene un coste de 62.476 euros, estará lista en alrededor de una semana y media y dejará al descubierto una nueva perspectiva del Turó de la Seu Vella.Además, Postius apuntó que antes de abordar la urbanización de la plaza están previstas excavaciones arqueológicas porque es posible que aparezcan restos de la muralla medieval de la ciudad. “Estamos expectantes”, indicó, y añadió que “miraremos si podemos recuperar una parte del patrimonio histórico en una parte céntrica de la ciudad”.