La Guardia Civil destruye más de 2.200 armas depositadas en Lleida

Un total de 2.256 armas de fuego y armas blancas que se hallaban depositadas en la Guardia Civil de Lleida han acabado esta semana reducidas a chatarra. Efectivos del cuerpo trasladaron dichas armas hasta una empresa siderúrgica para fundirlas. Hace un año, la comandancia de Lleida acogió la última subasta de armas después de que el cambio de normativa acabara con esta práctica y obligara a destruir todo el armamento que era depositado por diferentes razones.

Entre las armas destruidas había 1.204 escopetas, 131 rifles, 49 carabinas de aire comprimido, 229 pistolas, 76 revólveres, 3 fusiles submarinos, 4 armas de avancarga, 3 trabucos, 2 ballestas, 13 cañones, 1 subfusil y 186 armas blancas, entre otros componentes. La Guardia Civil de Lleida procede a la destrucción de cientos de armas de forma regular que han sido intervenidas por estas prohibidas o por haber sido utilizadas en la comisión de delitos o infracciones administrativas. Además, se destruyen las armas que han sido depositadas de forma voluntaria por sus propietarios.

En las comarcas leridanas existen un total de 19.185 autorizaciones de diferente tipo para poder tener armas de fuego (para caza mayor, caza menor, tipo deportivo o seguridad privada, entre otras). El número de licencias es menor respecto al de 2021, cuando había 20.390. En cambio, sí ha aumentado la cifra total de armas.

Así, actualmente hay 35.663 registradas en la provincia de Lleida, frente a las 34.935 que había hace un año. La Guardia Civil dispone de intervención de armas en la ciudad de Lleida así como en Alcarràs, Bossost, Tàrrega, Balaguer, Tremp, La Seu d’Urgell, Solsona y La Farga de Moles.